9/2/15

Holden Centeno - La chica de Los Planetas

 "Rock and roll es Los Suaves, no el pijo de Leiva"


El 30 de noviembre de 2011, un joven hipster universitario se fijó en una compañera que tenía de fondo de pantalla en su móvil la portada de un disco de Los Planetas, grupo de referencia de todos los fans de la música indie y también de la reina Letizia. El chaval le echó cojones e inició una conversación con ella (las tías estaréis acostumbradas a ver esto desde el otro lado de la barrera y la mayoría no tenéis ni idea de lo difícil que es), congeniaron y surgió el amor. La relación duró de forma estable hasta principios de 2013, cuando ella se volvió loca y el asunto entró en fase de yo qué sé. Cuando digo que se volvió loca me refiero que adoptó ese comportamiento de tipo pendular que oscila entre el te quiero y el paso de ti, aderezado con acciones tan maduras como hacerse pasar por otra chica para comprobar si el amor del él es real, etc. Y así hasta ahora. El pobre hombre está atrapado en esta situación y creo que no se ha planteado ninguna salida que en la que no esté presente la chica de Los Planetas, así que está totalmente a su merced y encima debe de sentirse orgulloso de ello. En fin. 

El próximo 21 de febrero se cumplen dos años desde que este hipster madrileño comenzó a escribir su blog bajo el pseudónimo de Holden Centeno. Inicialmente abrió el blog para hablar de su vida y las chorradas que le gustan,como hago yo aquí, pero tras su debacle amorosa decidió darle un giro y dedicarlo exclusivamente a hablar del amor de su vida, principalmente con el objetivo de recuperarla. Llegó entonces la consecuencia imprevista: sus textos le gustaron a la gente y acabó haciéndose famoso. Vista su popularidad, el editor Pablo Álvarez, que es un águila para estas cosas, corrió a ponerse en contacto con él para ofrecerle publicar sus movidas en papel. Y así nació La chica de Los Planetas (Suma de Letras, 2014).

A ver, lo primero que quería decir, por si alguien se plantea leer el libro, es que el tal Holden Centeno escribe regulín regular. Bueno, ya podéis verlo en su blog, aunque creo que en un libro, cuya lectura tiendes a afrontar con más seriedad, canta más. A veces usa los adjetivos con poco tino, anda escaso de vocabulario (dulce, dulzura, dulcemente...) y tiene una forma de expresarse que se me antoja quizá demasiado reiterativa. Expresiones del rollo "acariciar el alma" y todas esas frases que involucran algún fenómeno geoclimático pueden ser un auténtico torbellino para tu corazón, y hay momentos de este libro en que efectivamente lo son, pero llega un momento en el que lo único que sientes son ganas de echar la pota. Pero tampoco quiero meter mucha caña en este aspecto porque al fin y al cabo el tal Centeno es un simple bloguero y no creo que aspire a ser un Cervantes de la vida. Se le puede leer y con eso basta, punto.

Para mí lo más interesante de este libro es que se trata de una impagable muestra de cómo vive el amor un hipster, un indie, un gafapasta, un como queráis llamarlo. La respuesta breve: pues como todo hijo de vecino, pero con un rollo cultural que vincula el propio sentimiento con el arte y la cultura en general. Quiero decir, tener esa sensación de soledad intelectual porque rechazas las cosas mainstream y de repente encontrarte a una tía que comparte tu amor por la música "buena" y tu odio por el mainstream y además está cañón, pues oye, ni tan mal, debe de ser una experiencia mágica. Al fin y al cabo no deja de ser lo típico de compartir canciones y demás, como hace cualquier pareja, pero bueno, con algo más de sentimiento. Digamos que, además de idealizarla a ella, idealizas las cosas que tenéis en común y parte de las que no. Como en la película Los amores imaginarios, que es una historia normal de triángulo amoroso pero aparece por ahí un libro de la Bauhaus y entonces ya es la hostia:

Holden Centeno con su novia

Dicho esto, si habéis entrado en el su blog, habréis visto que Holden tiene una encuesta preguntando qué nos gustaría leer en caso de escribir un nuevo libro, y va ganando por goleada una segunda parte de La chica de Los Planetas. Me parece bien, pero para eso tendría que pasar algo nuevo. Como por ejemplo, que la chica de Los Planetas se echase un novio y al pobre autor le explotase en la cara una foto de la parejita feliz. Así, de repente, sin verlo venir. Con eso hay material para una trilogía, camaradas.

Termino con un mensaje de hombre a hombre para el autor del libro: hoy por hoy eres un pardillo de tres pares de cojones y ella te la está jugando a base de bien. Espabila de una puta vez. Y deja de exhibir en tu Twitter los mensajes privados de tus lectores como si fueran un trofeo. Independientemente de que a ellos les guste o no, queda muy feo.