15/4/14

Aplicadlo a lo que queráis

Los espectadores de cine de la época de la década de 1990 [...] pueden darle las gracias a Terminator 2: El Juicio Final, de James Cameron, por inaugurar el que se ha convertido en el nuevo género de películas de gran presupuesto propio de esta década: el Porno de Efectos Especiales. "Porno" porque, si sustituyes los efectos especiales por contactos sexuales, los paralelismos entre ambos géneros se vuelven tan evidentes que resultan inquietantes. [...]
T2 es, por tanto, también el primer y mejor ejemplo de una ley paradójica que parece aplicarse a todo el género del Porno de Efectos Especiales. Se llama la Ley del Coste Inverso a la Calidad, y afirma que, cuanto más grande sea su presupuesto, más mierda va a ser una película.

David Foster Wallace, "La (por asi llamarla) enorme influencia de Terminator 2", en En cuerpo y en lo otro.

Lo dicho, un genio.

2 comentarios:

Raquel dijo...

En este caso me siento dividida, porque Terminator 2 es de esas pelis que miro con cariño, bien sea por la Harley-Davidson Fat Boy que sale, el ir escuchando en un loro en moto You Could Be Mine, o que durante gran parte de mi infancia para mí Edward Furlong era lo más.
Pero si, qué coño, razón no le falta; la verdad es que suscribiría muchas de las cosas que dice DFW. Yo añadiría otro tipo de porno, algo así como pornografía emocional: porque no hay nada jodidamente peor que hacer una película con el propósito de que la gente llore, así, sin más.

Luis dijo...

Yo también soy fan de T2, y creo que el hecho de que sea Porno de Efectos Especiales no quiere decir que no mole, al menos a nivel de pasárselo bien, porque hay pelis que no son para analizar igual que las hay que no son para ver con palomistas. Hay PEE que mola, como Jungla de cristal 3, y las hay que soy un truñaco, como Los Vengadores y todas sus subpelis. Pero bueno, a mí me gusta todo tipo de porno :P