Premios Bitácoras 2012 (2)

El otro día acabó el plazo de votación para los premios Bitácoras 2012. A partir de ahora se acaba la democracia y el jurado elegirá a los ganadores mediante el tan español método digital, creo.  En las clasificaciones parciales he descubierto muy buenos blogs, y he redescubierto algunos que ya conocía. Los autores de muchos de ellos lloraban por los votos en cada post, en cada podcast y en cada todo, cosa que a mí me parece una actitud de mierda, porque cuando tienes un blog lo suficientemente bueno, como es mi caso, no necesitas pedirle el voto al populacho.

Pero la vida no es justa. No he llegado ni a semifinalista en ninguna de las categorías en las que me he presentado, que ya ni me acuerdo de cuales eran, y por encima de mí ha quedado mucha gente con blogs de mierda. Es cuando vas a buscar trabajo o te presentas a una beca: estás cualificado más que de sobra para lo que se pide, pero siempre habrá por delante algún gilipollas (o simplemente alguien menos capacitado) al que le favorezcan las matemáticas o tenga algún tipo de enchufe. Darwinismo social mis cojones.

Por tanto, anuncio desde ya que voy a ponerme la medallita de ganador, gane quien gane. De hecho, a lo largo de esta semana me voy a poner la de finalista. Y me permito el lujo de publicarlo porque esta entrada estará en segunda página dentro de unos días y en internet ni Dios investiga nada. Prestigio fácil y barato. Más visitas. Mi ego inflado, y las dudas de quienes piensan que soy un attention whore disipadas.