18/6/12

El Azkena 2012

Y después de varios meses de espera, al fin llegó el momento de visitar por primera vez el único festival de música del norte que realmente merece la pena. Como no estamos acostumbrados a esa vida guerrillera que es la acampada , dormimos poco y mal, comimos precariamente y precariamente nos lavamos como pudimos en aquellas duchas que eran poco menos que Auschwitz, todo ello soportando un calor asfixiante por el día y un frío gélido por la noche. Un gran desgaste físico que en ningún momento llegó a tener su equivalente psicológico gracias a la presencia de grupos como los Dropkick Murphys, Dick Brave and the Backbeats o Pontus Snibb 3, entre muchísimos otros. 

No voy a hacer una crónica de todos los conciertos que he tenido el placer y el honor de presenciar porque me saldría un post kilométrico, pero sí quisiera destacar, para empezar, el conciertísimo de los Status Quo, que antes de terminar ya habían dejado amortizado el precio entero del abono de tres días, y eso que no es de esos grupos que colocaría en mi top 10, incluso ni siquiera en mi top 20. Curiosamente en el ranking de interés iban primero los Twisted Sister, y su actuación, aunque me gustó (ese Vit-fucking-oria de Dee Snider) no me dejó tan caliente como la de los británicos. 


Otra de las grandes citas de esta edición fue la de Ozzy y sus colegas, la más colorida visualmente, aunque musicalmente no se empezó a poner interesante hasta que empezó a sonar Black Sabbath. Ozzy es una figura contradictoria. Me encanta. Está viejísimo como el maestro Yoda en El retorno del jedi, pero tiene una vitalidad brutal y brinca como el maestro Yoda en La venganza de los sith. Ya quisiera yo estar así con su edad, pero lamentablemente a mis 25 ya estoy más acabado que la mayoría de los sexagenarios que tocaron los últimos tres días.

La segunda jornada la cerró un gran concierto de Danko Jones, al que conocía desde hace muy poco y me sorprendió para bien, no sólo por la actuación sí, sino por su complicidad con el público hispanohablante, regalándonos momentos tan divertidos como el de:

- My name is Danko Jones!
- DAN CO-JONES, DAN CO-JONES, DAN CO-JONES...
- (cara de what the fuck) Dan... Cohounes???
- DAN CO-JONES, DAN CO-JONES, DAN CO-JONES...
- That's fucking right!!!
- UEEEEEEEEEEEE.


Y al terminar el concierto hizo el gesto de tener unos cojones impresionantes y repartírselos a su público, que al fin y al cabo nos habíamos portado de puta madre. Esto dio paso a uno de los momentos más emotivos del viaje cuando, durante el camino de regreso a #AcampadaMendizabala decenas de personas nos dejamos la garganta gritando, sin venir para nada a cuento, eso de SEGURO DENTAL - LISA NECESITA UN APARATO. Los que iniciaron tal movimiento acabaron cantando Esta Yegua No Es Mi Vieja Yegua Gris con los pantalones bajados. Uno de esos momentos inolvidables.

Uno de los más esperados por mí, y por cientos de personas portadoras de banderas confederadas, eran los Lynyrd Skynyrd. Anécdota: estaba Fito Cabrales en la zona VIP tomando buena nota de cómo se hace un concierto que mola, aunque en la foto que le saqué con mi basura de cámara apenas se ve.
Otra anécdota: a mi lado había un paleto catalán con la estelada y un cartelito de Catalonia is not Spain.  Me parece de puta madre que el chaval quiera que Catalonia sea independiente, sobre todo ahora que se ríen de nosotros hasta en Uganda, pero no entiendo qué le importa eso a los Lynyrd ni a sus fans. El caso es que el pobre independentista se pegó una buena ducha de frases como hello Spain, how about you Spain, Spain, Spain, Spain... pobrecillo.

Hablando de banderas, cabe mencionar que sacaron su banderita de Alabama para cantar, como no podía ser de otra forma, su Sweet Home Alabama:
Y cuando llegó el siempre emocionante momento de Free Bird sacaron el águila volando por un cielo azul entre nubes con los nombres de viejos rockeros fallecidos recientemente. A eso ya no le saqué foto porque estaba viendo el concierto, y no tiene sentido que critique a los que van a este tipo de eventos a verlo todo a través de una cámara si luego hago yo lo mismo.

El festival terminó (quedaban un par de actuaciones, pero carentes de interés) con The Darkness. Apenas conocía un par de canciones suyas y me sorprendieron muy para bien. El concierto fue una verdadera locura y ya estoy tardando mucho en bajarme sus discos. El cantante tiene pinta de ser uno de esos glamrockeros que parecen gayers pero que al final de los conciertos señalan a cuatro o cinco grupis y se las tiran en el back. Envidia, pero envidia con admiración, no esa envidia con ganas de matar que sentí al ver a Fito.


Y poco más hay que añadir respecto a la parte musical. Bueno, en realidad sí que habría que añadir más cosas, pero lo imprescindible queda dicho. Una cita a tener en cuenta para los próximos años, no sólo para mí, sino también para vosotros.

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