Gasteiz

Pero no todo el Azkena fue música y alcohol, sino que también hubo tiempo de sobra para turistear por Gasteiz. Porque, aunque parecía que estábamos lejos de la civilización, en realidad estábamos a pocos minutos del centro de la capital vasca, en Mendizorrotza, cerca del estadio donde juega el Alavés, equipo famoso por haber eliminado al Madrid en octavos de Copa en la temporada 97/98. Muchos todavía seguimos riéndonos del equipo gubernamental por aquella gesta de los vascos. De todas formas en Gasteiz no hay demasiada afición por el Alavés, al menos no más de la que podría haber en Mieres por el Caudal. Allí son más del Athletic. En el País Vasco tienen una especie de obsesión con el equipo bilbaíno: las banderas ondean todo el año y la gente luce sus camisetas a pesar de que no hay ningún partido importante a la vista, y cuando amanece no te despierta el kikiriki del gallo, sino un interminable AthleeeeeeeeeeeeeeeeEEEEEEEEeeeeeeeEEEEEEEEeeeeeeeeetic de algún aficionado madrugador. 

Y sacarle una foto al atardecer

Cuestiones deportivas al margen, Gasteiz es una ciudad chulísima, con sus amplias avenidas flanqueadas por grandes árboles, su casco antiguo, sus monumentos, su todo. Este año ostenta el título de European Green Capital 2012 y es totalmente merecido. La ciudad está limpia y reluciente como los pasillos de un centro comercial, no hay problemas de tráfico ni siquiera en el centro porque los tranvías y los autobuses funcionan bien, y además hay una cultura de la bici impresionante. Y la hay porque el ayuntamiento se ha tomado en serio lo de los carriles bici y los puntos de estacionamiento de bicicletas, de modo que el gasteiztarra elige este medio de transporte no por conciencia ecológica ni por deporte, sino porque realmente le resulta más cómodo desplazarse así. Da envidia, sobre todo viendo lo que tenemos aquí. Es una ciudad poco más grande que Oviedo pero con más del doble de presupuesto y con una oferta cultural que se mea en la de Gijón. De hecho, todo lo que hay allí se puede mear en todo lo que hay aquí. Vamos, que nos llevan años de ventaja porque en Euskal Herria realmente se realizó una reconversión industrial, mientras que aquí se nos dijo que se hacía una reconversión industrial y sólo hubo despidos masivos y políticos gastándose dinero en obras faraónicas que no aportan nada, compras de votos y chanchullos varios.

Y a continuación, unas fotacas. No he sacado muchas  porque estas cosas prefiero guardarlas en mi memoria, pero si que hay algunas cosas que me gustaría que la gente que no soy yo viera con sus propios ojos.

Aquí un termómetro marcando los treinta grados. Creo que es la primera vez que veo tal temperatura en lo que llevamos de año, y no sé cuánto llevaba ya sin ver los cielos despejados durante más de dos días. No sé qué tipo de maldicion tenemos en Asturias, pero durante el camino de vuelta el cielo se iba cubriendo de nubes conforme nos íbamos acercando a nuestro país. De asco.

Un cariñoso graffiti en el edificio del Legebiltzarra, o sea, del Parlamento vasco. Obsérvese que "perros hijos de puta" en euskera se escribe "perros ijos de puta". Se nota que el que lo hizo ha salido poco de Euskadi; yo le invitaría a Asturies y que conociese a los miembros de nuestra Junta General. Seguro que al volver a Gasteiz se comería a besos hasta al puto Basagoiti.

Esto es el típico cartelico de los presos vascos colgado en un gaztetxe del casco viejo. Gasteiz es una ciudad que se presta poco al turismo político porque lleva ya varias legislaturas gobernada por los partidos dinásticos (ahora está el PP), así que estas cosas son raras de encontrar. En otras ciudades me hubiera podido jartar a sacar fotos porque cuando ganan los batasunos acaban convirtiendo hasta el propio edificio del ayuntamiento en un gaztetxe, pero no es el caso de la capital. Habrá que volver en un futuro a conocer algo más de la Euskadi profunda y comprar algo de merchandising independentista, que en este viaje sólo tuve la oportunidad de comprarme el Gara.

Y de momento esto es todo. Si queréis que haga más excursiones para leer más posts like this y así enteraros de cosas que no salen en las guías de viajes y demás cultura mainstream, os recuerdo que en la columna de la derecha hay un botón de donaciones. Creo que con quinientos euros podría ir tirando.