Internet en 2017

Cada poco me encuentro a gente quejándose del mal ambiente que hay en internet. Gente a la que tengo por inteligente, y que de hecho lo es. Supongo que saben que no es así y que de hecho tiene muchísimas cosas buenas, pero en un momento de calentón es que lo sueltas y ya. Algunos matizan más y hablan de las redes sociales. En este caso ya cuesta más llevarles la contraria. Personas que buscan el like fácil, otros que suben selfies compulsivamente, los hay que publican más datos de sí mismos de los que deberian... quiero decir, hoy una persona que tiene cuentas en redes sociales, salvo que sólo se relaciones con gente perfecta o cuentas corporativas, sufre, y a veces también hace sufrir, que en estos casos es muy fácil criticar a los demás sin darse cuenta de que cada uno también es criticable. 

Es muy fácil decir que el problema no es internet ni las redes en sí, sino el uso que le demos cada uno. Sin embargo, la afirmación ya está tan sobada que tiene que haber algo más que añadir. No sé, algo. Que tal y como están diseñadas, fomentan el consumo rápido de información de mierda y opiniones sin desarrollar, que eso va en detrimento del espíritu crítico y que el poder saltar de una página a otra en literalmente cero coma lastra nuestra capacidad de concentración (yo lo he notado). Decir que esto está hecho así a posta ya sería entrar en el terreno de la conspiranoia, pero sí que podríamos convenir en que es un efecto colateral ¿sorprendente? de cosas que en última instancia son herramientas de márketing.

Pero todo esto son divagaciones que sólo tienen que ver tangencialmente con el punto que quería tocar. Lo que yo quería decir es que es muy fácil atacar a alguien y hablar sin pensar cuando sabes que no va a tener consecuencias. Todos lo hemos hecho. De hecho a veces es divertido; puedes soltar alguna vacilada sana que en la vida real no soltarías porque no hay confianza. Pero en algunos casos se llega al límite de hacer daño, y creo que no debemos aceptar el argumento de que esto es internet y si te ofendes por lo que dice alguien random desde su casa el problema es tuyo porque te afecta lo que pasa en un mundo que no es real. Internet forma parte del mundo real, o quizá a estas alturas sea más conveniente decir que es el mundo real el que forma parte de internet. Asumámoslo ya de una vez, que no estamos en 2002. Comportémonos como si la persona con la que estamos interactuando fuese un mazao de dos metros y medio pudiera partirnos la cara.