13/10/17

Fe de etarras

 Pues esta es la segunda película española de Netflix. La peli vino envuelta en cierta polémica por ser una sátira sobre ETA y todo lo que tiene que ver con ETA trae polémica, aunque a estas alturas eso de la polémica consiste en que los medios de comunicación (y yo, con este párrafo introductorio) hablan de salseo ante la indiferencia de la mayoría de la población, que en estos momentos está más a lo catalán que a lo vasco y que en el mejor de los casos se ha limitado a opinar sobre la originalidad de la campaña publicitaria y a tener un plan para el 12 de octubre.

Fe de etarras se trata de una comedia negra fallida desde el momento en que aparecen un Javier Cámara y un Julián López que no te los crees en ningún momento. En realidad ningún miembro del reparto (salvo Ramón Barea) pega como etarra, ni siquiera como vasco, pero es que los dos primeros te sacan completamente de la película. No sé qué se habría fumado el que hizo el casting, pero debe de ser malísimo.

Tampoco ayuda el hecho de tener un guión muy del montón, con un par de gags que en el mejor de los casos te sacan una sonrisilla pero nada más, y que en cualquier caso está a años luz del soberbio y cien por cien vasco humor de Vaya Semanita. Tiene como telón de fondo el mundial de 2010, pero no es algo que aporte mucho a la trama. Los extras que salen se nota demasiado que son extras, de hecho las pocas escenas de exteriores que hay resultan jodidamente artificiales, como todo en esta peli.

Otra oportunidad perdida por parte de Netflix España.

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