25/3/17

Hablar

Lo cierto es que es una pena la falta de comunicación que hay en esta sociedad que ha revolucionado los medios de comunicación. Podemos insultar a un filipino que está en la otra punta del mundo porque no comparte nuestra opinión sobre una serie de Netflix, podemos comprar algo directamente a China, podemos ver la Superbowl de gratis, pero todavía nos cuesta decir las cosas claras cuando se trata de cuestiones personales.

Nunca he abogado por ser totalmente sincero. De hecho, siempre he pensado que esa gente que dice todo lo que piensa debería pensar un poco antes que hablar, y que debemos medir las consecuencias de nuestra sinceridad. Pero una cosa es eso y otra tomarse la vida como si nuestras relaciones interpersonales fuesen algo así como una partida de póquer en la que no sólo tenemos que esconder nuestras cartas, sino poner cara de póquer para que quien tenemos delante no pueda reconocer nuestras emociones y así predecir nuestra jugada. Tanto es así que estoy seguro que todo el mundo ha pasado alguna vez por esa situación en la que ha tenido que pedir o le han solicitado "poner las cartas boca arriba".

He visto relaciones de todo tipo morir, morir incluso antes de nacer, por falta de comunicación. Y no hablo de que uno deba desnudar su alma (perdón por la expresión terriblemente cursi) ante personas que quizá no son totalmente de fiar, sino incluso de minucias que afectan a gustos e inquietudes, cosas que cuentas tranquilamente a cualquier colega en el bar, pero que en determinado momento sientes que debes ocultar.

Al final llegamos a conocer mejor al filipino que tiene un pésimo gusto en series que a nuestro vecino, o en algunos casos sangrantes, que a nuestra pareja. Todavía es mayoritaria la opinión de que sólo puedes conocer realmente cómo es una persona cuando la conoces personalmente, pero poco a poco nos iremos dando cuenta de que no son las máquinas las que nos han introducido a la fuerza en Matrix, sino que nosotros mismos hemos entrado por nuestro propio pie y de buena ganna.

No hay comentarios: