18/3/17

Cincuenta sombras más oscuras

No voy a entrar en cuestiones de fondo sobre esta película en concreto ni sobre esta trilogía en general. La visión que da cincuenta sombras sobre las relaciones de pareja me parece vomitiva, pero sobre eso ya se ha escrito mucho, y más que se escribirá.

Lo único que quería decir sobre la segunda parte de Cincuenta sombras es lo rematadamente mala que es. Me gustaría ir a contracorriente, ser la voz discordante que salva a una película incomprendida, pero es que no hay por donde cogerla. Sobre todo ese guión deshilachado que es una sucesión de escenas que no van a ninguna parte... ni vienen de ninguna parte. Sin duda me quedo con la parte del helicóptero: resulta que Grey tiene un accidente de helicóptero y, cuando Anastasia y su familia política están siguiendo el suceso en las noticias con natural preocupación, se presenta el hermoso protagonista en casa con una herida en la cabeza y gesto cansado. Como si se hubiese teletransportado. Yo cuando vi aquello no daba crédito. Una producción potente de Hollywood, en la que han trabajado cientos de personas, por la que van a pagar una entrada de cine varios millones, y viene con esto. Es fascinante, de verdad.

De todas formas creo que puedo entender a  las fans. Al fin y al cabo, la peli está basada en un libro que toca su fibra sensible y que apunta directamente  a la parte más irracional de su cerebro. Da igual que sea cutre mientras puedan identificarse con esa chica que, desde el umbral de la puerta, mira con deseo a su macho haciendo dominadas de buena mañana. Es una imagen muy potente y no hace falta más. Estoy seguro que muchas, sobre todo las que ya tienen una edad, son perfectamente conscientes de ello y les da igual.

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