1/8/16

Se me ha caído el vaso de agua sobre el portátil

Y vennnngaaaaa.

Lo sequé como buenamente pude, pero el teclado no pudo resistir el tsunami. Al principio no se notó nada. Luego la letra C dejó de responder. Pareció funcionar brevemente, pero luego si la pulsabas te salía algo así como ccccccccccccc y bah, no creo que sea una forma de comunicación válida. Después siguieron la R y la T. Luego las demás. Quedan unas pocas supervivientes, pero no me sirven para decir nada en ningún idioma que conozca, y además, a veces el sistema chifla y marca un caracter que no es. Como en el Pokémon cuando no tienes medallas y los bichos de nivel alto no te obedecen. De hecho a veces es como si el ordenador estuviese intentando decirme algo, como si me quisiese mandar un mensaje, algo satánico, no sé.

Oh, y por supuesto, después de todo eso me he dedicado a mirar tutoriales de Youtube donde sudamericanos te aconsejan qué hacer en estos casos. Qué desastre. Y encima estos problemas técnicos siempre acontecen cuando el tipo de la tienda de informática está de vacaciones.

Así que aquí estoy, escribiendo desde el sobremesa. El sobremesa tiene ya unos cuantos años y funciona de puñetera pena, pero funciona. Sólo lo uso en casos de emergencia. Tiene cosas curiosas, como música que llevaba la tira sin escuchar. Ahora estoy con el primer disco de Unisonic (2012), que me gustó mucho en su momento, y que me sigue gustando, aunque tengo que reconocer que hasta ahora no me he vuelto a preocupar de seguir su trayectoria. Favorite and forget

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