Porque, la verdad, de todos los autores a los que he leído, Tony Clink es el primero que me ha dejado la sensación de ser un farsante. Es decir, alguien que se ha leído todo lo que hay que leer y que ha participado en todos los foros en los que hay que participar, que habla mucho pero que tiene cero experiencia de campo. Sigue la línea de Ross Jeffries y Neil Strauss sin aportar absolutamente nada nuevo, en cada capítulo suelta algo de "la comunidad está dividida..." antes de soltar un par de opciones que son perfectamente válidas en cada situación en función del contexto, y cuando explica alguna técnica, aparte de hacerlo de forma bastante vaga, da la impresión de que no la ha probado y afirma que funciona porque conoce a gente a quien le funciona. Esto sin contar que recurre habitualmente a citas sacadas de foros de internet, que no podemos saber si las dice alguien con experiencia o el típico fantasmón. De hecho, lo único que parece tener claro Clink es que no debes invitar a nada a una mujer al menos hasta después del sexo, que suele ser lo que más impresiona al pagafantas tradicional cuando se interesa por este tema (junto con los vaciles, pero afortunadamente el autor no hace hincapié en esto). En fin. Soy consciente de que este libro está publicado en 2008 y por aquel entonces la metodología todavía era bastante burda, con sus frases enlatadas y demás cosas que ya no se estilan.
Sea el autor un fantasma o no, lo cierto es que el contenido del libro tampoco ayuda mucho al hombre del siglo XXI, sobre todo al que aún no ha adquirido cierta base teórica. El método (y esto es muy típico de la escuela de Strauss) parece más bien enfocado a un tipo de mujer frívola y perdonavidas que sale a que los hombres se lo paguen todo. La típica pija de Beverly Hills, vaya. Y básicamente lo que propone a grandes rasgos es que le des la vuelta a la tortilla y el perdonavidas lo seas tú, al menos en un principio, para impresionarla. Todo esto viene aderezado, además, con técnicas de PNL, que aplicadas al ligoteo suenan un poco como a truco mental jedi. Pero la verdad, a mí me parece ridículo. No porque no funcione, que eso no lo sé, sino porque a mí ya de entrada no me interesaría conocer a una de esas chicas que van a por los pagacopas (que no las condeno, ojo, me parece estupendo lo que hacen; la culpa es de los pringaos que se dejan engañar) ni tampoco a una débil de mente que se deja engañar por un viejo truco mental jedi.
Una vez más, se trata del erróneo (y aburrido) enfoque según el cual la mujer es un objeto pasivo, casi como un perro como al que hay que amaestrar. De hecho, el autor dice explícitamente que las mujeres son como los perros que empiezan a salivar en cuanto tocas la campana. Afortunadamente sabemos que las cosas no son tan así, porque de lo contrario, el asunto no tendría más incentivos que apuntarnos un tanto para fardar con los colegas.
Una vez más, se trata del erróneo (y aburrido) enfoque según el cual la mujer es un objeto pasivo, casi como un perro como al que hay que amaestrar. De hecho, el autor dice explícitamente que las mujeres son como los perros que empiezan a salivar en cuanto tocas la campana. Afortunadamente sabemos que las cosas no son tan así, porque de lo contrario, el asunto no tendría más incentivos que apuntarnos un tanto para fardar con los colegas.
1 comentario:
Estou alegre por encontrar blogs como o seu, ao ler algumas coisas,reparei que tem aqui um bom blog, feito com carinho,
Posso dizer que gostei do que li e desde já quero dar-lhe os parabéns,decerto que virei aqui mais vezes.
Sou António Batalha.
Muita paz.
PS.Se desejar visite O Peregrino E Servo, e se o desejar siga, mas só se gostar, eu vou retribuir seguindo também o seu.
http://peregrinoeservoantoniobatalha.blogspot.pt/
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