3/10/14

Un paso al frente - Luis Gonzalo Segura

Ya está bien de robos y estafas. [...] Ya está bien de ir a la ciudad y que los militares tengan que esperar dos días para subir a un helicóptero que los lleve a su trabajo porque la mujer del general se ha ido de compras en él. Ya está bien de conductores que llevan al colegio a los hijos de los generales y de generales que se llevan los ordenadores a casa. Ya está bien de generales que se montan yacusis y se construyen apartamentos en las bases, y de coroneles que amenazan e intimidan a jueces y salen indemnes. Es una vergüenza.

A veces sucede que hay obras literarias que desde el punto de vista literario son incuestionablemente malas, pero cuyo contenido tiene un valor incalculable. Es el caso de Un paso al frente, del teniente del ejército de tierra Luis Gonzalo Segura, condenado a dos meses de arresto en la prisión militar de Colmenar Viejo por no sé qué rollo disciplinario, es decir, por escribir una novela de ficción en la que denuncia las corruptelas de nuestro glorioso ejército.

El propio teniente Segura ya nos avisa en el prólogo de que es un mal escritor, que entre otras cosas le bailan las comas, etcétera, y esto es verdad, pero también es lo de menos. Aunque mal escrito, lo que escribe el autor sobre el funcionamiento del ejército y la corrupción de su oficialidad es muy fuerte, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de una de las instituciones más valoradas según la última encuesta del CIS en la que se preguntó sobre el tema (de todas formas tiene un aprobado raspado, así que pfff).

No voy a hacer muchos spoilers por si alguien tiene intención de echarle un vistazo, pero en la novela encontramos de todo. Por ejemplo:

-Compra de gabardinas que no se van a usar porque un amigo de un alto cargo vende gabardinas.

-Renovación del vesturario sin que haga falta por algo parecido a lo del punto anterior.

-Compras de materiales varios obsoletos y que no se usan, supongo que por lo mismo.

-Macrocefalia. Sí, amigos, este problema de por lo menos hace un siglo que viene en todos los libros de texto de Historia de España, persiste. Creo recordar que actualmente hay soldado y medio por mando, cuando lo normal, según señala el teniente Segura, sería tener nueve o diez por mando, así que en nuestras Fuerzas Armadas podemos encontrarnos situaciones como un coronel con sueldazo de coronel para dirigir una puta piscina militar.

-Altos mandos nostálgicos del franquismo. Muchos. Algunos oficiales directamente nazis, pero eh, están encantados con el Tavor, un fusil israelí.

-Cuando alguno de esos mandos nostálgicos del franquismo dice cosas nazis y trasciende a la opinión pública, el mayor marrón que le cae es que le jubilen y le mantengamos su sueldazo de generalón, sin más. Ay pobre de ti como seas un mindundi y lo denuncies.

-Malversación de fondos a cascoporro. Lo típico de que recibo tanto dinero para tal cosa, lo gasto para hacerme un chalé y a los beneficiarios de esos fondos que les den bien por el culo. El libro presenta varios casos y ninguno de ellos suena a nuevo; simplemente cambian un ladrón de traje por otro con uniforme y galones.

-Aquí nunca pasa nada porque la justicia del ejército es totalmente de pandereta. En el libro se explica con todo lujo de detalles, pero vamos, en resumen puede decirse que ándate con ojito, porque como condenes a la persona equivocada ya te puedes ir despidiendo de tu cargo. En los tribunales civiles todavía tienes alguna posibilidad de pelearte un alguien importante y ganar; aquí ya te puedes ir olvidando: no sólo pierdes, sino que además te enmarronan.

-Machismo y acoso sexual, así en general. Si tu superior te toca el culo pues te jodes. Puedes denunciarlo y tal, pero por lo expresado hasta el punto anterior, el juez te va a decir que jajajijijaejajjiias. Y luego te cae una paliza por bocas.

-En las academias militares se regalan los aprobados. El autor cuenta la historia de un profesor que pretendió evaluarles con criterios normales, pero con un puestecito para su mujer quedó todo solucionado.

-La oficialidad es muy elitista y tienen privilegios ridículos. 

-La oficialidad tiene privilegios ridículos y la tropa no tiene ni los derechos fundamentales.

-Asesinatos extrajudiciales (valga la redundancia) de posibles chivatos que pueden filtrar pruebas. Que parezca un accidente, y aú. Esto ya es demasiado jarto y no sé si creérmelo. El problema fundamental es que al fin y al cabo es una obra de ficción con personajes ficticios, por lo que no sabes muy bien si está cien por cien basado en hechos reales o tan solo en un noventa por cien, así que vete tú a saber. De ser real, la situación da bastante miedo.

En cualquier caso el teniente Segura, salido ya de su huelga de hambre, prepara un documental llamado El informe Segura, que terminará a finales de este año, y al parecer prepara más libros. Pueden ser una bomba, aunque, como él mismo dice en Un paso al frente, estas cosas como mucho causan un breve revuelo en la opinión pública y luego quedan enterradas entre la avalancha de nuevas noticias. Pero él ya ha hecho lo que le correspondía; ahora es la sociedad la que tiene que responder.

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