10/1/14

Game of bones: winter is cumming!

Una de las cosas que hacen que las pornoparodias molen a pesar de su cutrez intrínseca es esa humanidad, esa cercanía que transmiten. Con las películas serias de presupuesto decente no puedes dejar de imaginarte a los típicos ejecutivos sentados alrededor de una mesa soltando frases hollywoodienses del tipo Vamos a poner a funcionar esta maquina de hacer dólares, etcétera. Sin embargo, cuando ves una parodia porno, lo que te imaginas es a un grupo de colegas medio borrachos en un bar teniendo una conversación tal que así:

-Oye, ¿y si hacemos una versión porno de tal?
-Qué dices tío xD
-Que sí que sí jajajaja.

Y así se hacen realidad todas esas ideas descabelladísimas que vemos últimamente.  O al menos quiero pensar que es así y no con la escena de los ejecutivos encorbatados que planean su inversión basándose en estudios de mercado y cosas por el estilo.

Viendo el panorama pornoparódico, en el que se han llegado a rodar cosas tan delirantes como Spongeknob Squarenuts (Bob Esponja X para los amigos), que saliera la versión guarra de Juego de tronos sólo era cuestión de tiempo. Y ya se hizo esperar demasiado, teniendo en cuenta el éxito de la serie desde el capítulo 1.

Aunque en Game of bones las risas están aseguradas, como película porno no vale para mucho. Además de que en ningún momento tienes la sensación de estar en un sito distinto de un estudio de mala muerte pésimamente decorado en las afueras de Las Vegas, que esto es tolerable e incluso tiene su encanto, la estructura es una sucesión de polvos hetero bastante convencionales, salvo por una aburrida escena en solitario de una tía que no viene a cuento y un lésbico en el trono de hierro que te deja bastante frío. Es una pena, porque han hecho una adaptación de una saga con un potencial enorme para el porno. Y los guionistas son conscientes de ello, porque nos dejan bien claro Rob Stark y los suyos son asesinados en la Boda Blanca. Sólo que la Boda Blanca nos la dejan a nuestra imaginación.

Lo más aprovechable es la escena de Daenerys (la MILF de dragones, como se autodenomina ella) y Daario. No sólo por el polvo en sí, sino por los dragones. Los "dragones" no son otra cosa que tres gatitos, seguramente los de algún miembro del equipo, cuando no sacados directamente de Youtube, pegados en una imagen del cielo azul con un editor de vídeo equivalente a lo que es el Paint. La idea es tan cachonda que no tiene sentido que siga con la descripción: tenéis que verlo.

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