30/11/13

Belén Esteban - Ambiciones y reflexiones

Lo que más llama la atención de El Libro de Belén Esteban es que una y otra vez, sistemáticamenate, se refiere a sus apariciones televisivas como "trabajo" y "trayectoria profesional". Pregunta retórica: ¿trabajo de qué? Si, como dice, a lo que se dedica es a ir a la tele y ser ella misma, entonces deduzco que ella trabaja de Belén Esteban. Pues yo soy yo mismo 24/7 y no sé si lo llamaría trabajo, ni aunque me pagasen. Luego dice que no es una vividora, pero si le pagan simplemente por ser ella, es que es una vividora. Como el rey, por cierto, que Belén Esteban es muy monárquica. Y muy católica, a pesar de que está divorciada, defiende la pena de muerte para los monstruos mediáticos (Bretón, Carcaño...) y, con un destello de decencia, está a favor de la eutanasia.

Por otra parte, Belén intenta mostrarse orgullosa de su tarea en la tele, pero leyendo su libro es fácil deducir que no se lo cree ni ella. Le mola ir a la tele, pero se alegra de que su familia no lo haga porque tienen dignidad (sic). Le mola ir a la tele, pero celebra que su hija vaya a tirar por otro camino. Hubiera estado bien que se hubiese sincerado y hubiera dicho que está ahí por el dinero fácil, como Jorge Javier y muchos colaboradores, que son perfectamente conscientes de que lo que hacen es mierda, pero cobran demasiado bien como para dedicarse a otra cosa. El libro hubiera tenido mucha más miga si hubiese hablado de estas cosas y no de Jesús Janeiro, de lo bueno que era un tal Fran en la cama o de la farlopa que se metía antes de salir a bailar en un programa de famosos bailando. No ha podido ser, lamentablemente. Supongo que sería mucho pedir: ni es lo suficientemente lista como para destripar en un libro toda la basura que hay en el mundillo, ni lo suficientemente tonta como para tirar piedras contra su propio tejado.

Y no hay mucho más que decir, la verdad. La Esteban no da ninguna sorpresa: es la típica señora que ha tenido una vida privada bastante movidita. La única diferencia es que, como en su vida ha estado Jesulín, ahora puede vivir de ello. Caspa.

P.D.: no penséis que me creo que el libro lo ha escrito realmente Belén Esteban. Lo que está claro es que Belén ha puesto la materia prima, pero el que le ha dado forma seguramente haya sido Boris Izaguirre, que escribe el prólogo con un estilo sospechosamente parecido al del resto del libro.

2 comentarios:

Opiniones incorrectas dijo...

Boris no escribe su propio libro, como para escribir el de esta.

Luis dijo...

Bueno, Boris o en su defecto el negro que le escribe los libros a Boris.