Skyfall

Skyfall es una peli rara. Es lo mismo de siempre, pero a la vez es distinta. Es James Bond, pero no es el James Bond que me lleva flipando desde que vi Goldeneye por primera vez, allá por el siglo XX. Es un personaje más siniestro, más antihéroe. Pensaba que me iba a encontrar con un capítulo más de la serie, pero me encontré con una especie de "película de transición" salpicada de melancólicas referencias al pasado y a la necesidad de renovarse. Skyfall podría ser la primera película del James Bond del siglo XXI, y todavía no sé si me va a gustar o no.

La primera mitad de la peli está genial, aunque a partir de determinado momento empieza a perder fuelle y no se recupera hasta que llegamos al sorprendente final (cosa destacable, ya que los finales de 007 siempre fueron poco más que un trámite). Lo plasmaría en un gráfico, pero imagino que ya lo tenéis en mente y tengo un trauma con los gráficos desde que una profesora de economía que tuve en la uni me recomendó hacerlos con el Paint. Pero no voy a hablar de mis traumas, sino de glamour, casinos, lugares exóticos y cosas que explotan, tal y como debe ser. Y de publicidad descaradísima de una conocida marca de cerveza que no voy a mencionar porque no me gusta. Y del magnífico trabajo que ha hecho el director de foto, Roger Deakins. No me gusta mucho hablar de la fotografía porque me parece postureo, pero en este caso hay que mencionarla porque es asdjcskdfjsdjkfesd. Sólo por eso, ya merece la pena ir a verla en pantalla grande, aunque haya que pagarle a la banca la puta mierda del 21% de IVA de Rajoy.