Ayer iba caminando de camino a casa cuando adelanté a dos criajos que tendrían entre doce y catorce años, delgaduchos, con gafas de empollón y pinta de ser unos pininos de manual. Iban charlando animadamente, por lo que puse la antena medio sin querer y esto fue lo que escuché:
...me dijo que no, y entonces me enamoré de Paola, que la conocí el otro día, y se lo voy a pedir...
Esa es la actitud, claro que sí. Hay que vivir al límite. En el siglo XXI las cosas van demasiado rápido como para perder el tiempo. Si conoces a una chica y te gusta, date por enamorado y pídele de salir. Si te dice que sí, adelante, y si te dice que no, deja que la dialéctica fluya y busca a la siguiente antes de que se te adelante alguien. El proceso no tiene por qué durar más de una semana.
Yo lo voy a poner en práctica desde ya. Tengo la suerte de que a mí me gustan todas y, aunque a la hora de la verdad es lo mismo que si no me gustara nadie, ello no puede ser una excusa.
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