Oh shit

Mirad qué trozo de basura me he encontrado en pleno junio de 2012, siglo XXI, haciendo un poco más sucia la suciedad perenne del parabrisas de mi automóvil.  

 

Podría haberlo tirado sin más, pero he decidido guardarlo con la esperanza de poder enseñárselo a mis nietos dentro de muchos (muchos, muchos) años y explicarles que cuando yo era joven había mucha gente que era gilipollas y se dejaba engañar por charlatanes que decían poder solucionar todo tipo de problemas por arte de magia, que esa gente tenía exactamente el mismo derecho que yo a votar en las elecciones y como consecuencia se produjo la gran hambruna de 2016, en la que afortunadamente los primeros en perecer fueron los que gastaron todos sus ahorros en que un togolés les conjurase cuatro huevos y un poco de leche.

Así está el panorama. Todavía escuché hace poco a una chica joven, supuestamente una persona normal, explicar sus problemas de pareja afirmando que los acuario son gente muy impulsiva y buscando soluciones en base a eso. En muchos aspectos hemos logrado convencer a la gente de que los problemas se arreglan pensando en la solución y actuando, pero los asuntos pasionales todavía tienen ese no sé qué mágico e irracional que hacen a la gente comportarse como se comporta. Es posible que para muchos ese componente sea la salsilla de todos estos asuntos, pero por favor, seamos un poco sensatos, al menos cuando toca serlo.