El famoso díptico del ayuntamiento

Al fin nos ha llegado el tan cacareado díptico que nos iba enviar el ayuntamiento de Mieres con los resultados de la auditoría que el nuevo alcalde prometió hacer durante la campaña electoral. En primer lugar hay que agradecer (debería ser lo normal, pero hay que agradecerlo) que el díptico fuese un sencillo folio doblado por la mitad, ya que con el anterior gobierno se hubiera hecho un colorido panfleto con poco texto y muchas fotos de familias sonrientes. Eso sí, que no crea el nuevo gobierno que por meternos un folio en el buzón nos vamos a creer el discurso de la transparencia, de la misma forma que la participación ciudadana es algo que debería ir más allá de traer a gente de las asociaciones a hablar en el ayuntamiento. Prometer algo y cumplirlo sólo de forma simbólica está bien para la gente que nació ayer, pero los que vamos a votar tenemos todos más de dieciocho años. 

Por otra parte, el contenido del documento me ha parecido decepcionante. Se nos dice lo que ya sabíamos, que el ayuntamiento debe muchos millones y que durante todos estos años se había estado gastando más de lo que se ingresaba. Los datos concretos me caben en la palma de la mano (lo sé porque acabo de poner la mano sobre los párrafos que interesan) y lo demás es discurso vacío (tiempo, disciplina, firmeza, sacrificio, consenso...). Para eso, bien podrían haberse ahorrado el dinero de tantas fotocopias. Hay tablones de anuncios más que de sobra.

Con todo, es mejor que seguir bajo el reinado del terror de los sociatas, que no hubieran hecho nada. Aunque a estas alturas hay que empezar a preguntarse si realmente nos merece la pena eso de cambiar algo para que no cambie nada.