Llevaba tanto tiempo esperando este momento que ahora no sé qué decir. He sacrificado medio junio (y esto viviendo en Mieres es especialmente duro), me he dado muchos cabezazos contra la mesa y he tenido una nube negra sobre mi cabeza la mayor parte del tiempo, pero creo que al final ha merecido la pena.
Sí, al fin estoy de vacaciones. Y ahora a disfrutar de la vida, al menos hasta que vea septiembre peligrosamente cerca.
1 comentario:
¡Disfrútalo!
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