Hay un momento de esta película (hablo de memoria) en el que Rey le dice a Luke que la Fuerza es eso de levantar piedras y controlar mentalmente a otros, y Luke le contesta que está todo mal. La escena no es más que otro de los quizá demasiados momentos cómicos que hay en la última entrega de Star Wars, pero me llamó la atención porque tiene cierta carga metafórica. Luke sería el típico fan cascarrabias que va a criticar la peli en un blog de internet, y Rey es Disney haciendo películas de Star Wars.
Después de ver el episodio VII pensé que la nueva trilogía no empezaba bien, pero que había esperanza y, si la segunda película se hacía bien, podía mejorar el material que nos habían entregado en la anterior. No ha sido así. La historia que hay detrás de la resistencia y la Primera Orden sigue sin desarrollarse, por lo que al final lo que pasa en esta guerra como que me da un poco igual. Siguen copiando descaradamente a la trilogía clásica. El general Hux se ha convertido en el Jar Jar de lo malos. Phasma, ese personaje que tanto prometía, vuelve a aparecer para hacer lo mismo que hizo en la anterior: nada. La escena en la que Leia parece que muere pero luego no es una completa aberración. Con Kylo Ren parece que han intentado crear un personaje con un conflicto interior muy intenso, pero parece un chiflado que hace cosas random. Luego hay otras cosas como la muerte de Luke, que aún no he decidido si me gusta o no.
En su favor no tengo mucho que decir, salvo que es una película entretenida, pero es que es entretenida de las de ver y olvidar, como el cine de desmadres. Para el episodio IX ya no espero nada, pero yo, como tanta gente, iré al cine igual porque es Star Wars. Es un poco tonto si lo piensas en frío, pero es lo que hay.
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