4/3/17

Dar celos, pulir celos

Ser celoso no es sano. Punto. Habrá quien diga que el problema no son los celos en sí, que son un sentimiento normal, sino los celos llevados a extremos obsesivos. Yo creo que ni eso: el más mínimo chispazo de celos ya indica que algo no va del todo bien con tu psicología. Si además eres de esas personas que hablan antes de pensar (esa gente que se jacta de decir siempre lo que piensa, como si eso fuera una virtud y no un defecto), podría poner en peligro tus relaciones, o al menos deteriorarla significativamente.

Digo esto porque me estaba acordando de una chica que no llegó a ser mi novia, pero con la que tuve algo indeterminado hace un par de veranos. Ella se enfadó conmigo por algún motivo y no se le ocurrió mejor manera de hacérmelo saber que intentando ligarse a un tipo realmente atractivo. En teoría estaba intentando hacerme sentir celos, pero yo no soy celoso, así que ese sentimiento fue sustituido por una profunda vergüenza ajena, sobre todo teniendo en cuenta que fue a por un tío que estaba a otras cosas y no le hacía mucho caso.

A día de hoy sigo preguntándome (mera curiosidad; tampoco me quita el sueño) qué habré hecho mal y por qué no me lo habría comentado directamente en vez de hacer ese ridículo innecesario. Y si habré hecho bien o mal en no haber entrado al trapo.

No hay comentarios: