¡Feliz 2017!

Feliz Navidad, feliz año, y felices fiestas en general. Quería escribir algo para fin de año pero se me ha pasado. Quería escribir algo sobre el balance del año pasado, los propósitos para el año presente del cual ya llevamos tres días, pero nada, no me ha salido. 

También quería llegar a las mil entradas antes de 2017, y me he quedado un poco lejos del objetivo. Pensé en tener un diciembre maratoniano sólo por llegar a la cifra mágica, pero rechacé la idea porque el gasto de tiempo iba a ser enorme y, la verdad, no me apetecía. ¿Lo conseguiré antes de 2018? El objetivo no es nada descabellado, y con una entrada a la semana me sobraría tiempo más que suficiente.

Me hallo en un momento de mi vida en el que se me pasan por la cabeza muchas cosas, quiero hacerlas todas y al final no hago ninguna. A veces pienso en aprovechar este blog de una forma productiva, orientarlo hacia un fin concreto, pero no veo muy claro hacia dónde. He pensado, también, que ese fin podría ser sencillamente ninguno, simplemente dejar aquí todo lo que me apetece escribir.

2017 debería ser un año para centrarme. He pasado buena parte del año pasado leyendo cosas y creo que tengo que en el plano mental tengo una filosofía bastante sólida sobre lo que quiero y lo que no; sólo me falta, por fin, aplicarlo en la práctica.