14/2/13

Mi postureo de San Valentín

Como sabéis, a la gente en general y particularmente a los solteros nos encanta dedicar tiempo a teorizar y desarrollar opiniones sobre las relaciones sentimentales, especialmente las de pareja: ¿qué es ser infiel y qué se debe hacer en caso de infidelidad? ¿Qué pasa cuando llega la hora de irse de Erasmus? ¿Hasta que punto es importante el sexo? ¿Es saludable ser un poco celoso o implica falta de confianza? ¿Es compatible estar enamorado de tu pareja con sentir cierta atracción por otra persona? ¿Cómo hay que distribuir el tiempo entre amigos y pareja? ¿Cuándo presentas tu pareja a la familia? ¿Qué hay que hacer cuando alguien te envía señales contradictorias? ¿Es lícito tratar de conquistar a alguien que está fuera del mercado? ¿Debe uno arriesgarse a iniciar una relación sabiendo que no hay muchas posibilidades de futuro? ¿Cómo pasar página ante una ruptura? ¿Qué quiere decir eso de "darnos un tiempo"? ¿Cómo tratar a tu ex? Las preguntas que se pueden plantear son muchas y no suelen tener una respuesta fija, pero nos gusta reflexionar sobre ello y pensar qué haríamos en tal o cual situación, aunque cuando la situación se nos presenta en persona hagamos todo lo contrario (y luego lo justifiquemos con alguna excusa que, aunque en el momento suena bien, el tiempo acaba demostrando que es ridícula).

Yo incluso tengo un marco teórico muy cuqui en el que clasifico las parejas en dos grandes tipos: las normales (chico/a conoce a chica/o, se gustan... lo típico) y las tristes (voy a pillar lo primero que me encuentre, porque de lo contrario me espera una vida de forever alone). Un ejemplo estupendo de esto último lo vi ayer, cuando me encontré a uno de los tíos más pringaos del barrio, alias Mamá Gallina, de la mano de una chica que, aunque no era para tirar voladores, al menos no era una oveja. Definitivamente, aquí el que está soltero es porque quiere. 

Hay un tercer tipo. No lo suelo incluir porque principalmente afecta al mundo del famoseo, pero es el que a mí me interesa: las relaciones que son una farsa. Algunas son para vender exclusivas y patearse platós de televisión, otras para lucir bien cara al público, y en el caso de Troy McClure, para acallar escabrosos rumores de sexo con peces. Yo no voy a ir a ningún plató, no me acuesto con peces y realmente tampoco estoy interesado en iniciar una relación amorosa, pero me gusta cómo suena "mi novia" dicho por mí. Contar anécdotas, no saber qué comprarle por el cumple, quejarme de que me tiene atado en corto, opinar en base a la experiencia, postear en Facebook fotos de nuestro viaje... todas esas cosas. Que la gente lo vea, en definitiva.

Pues bien; dicho todo esto, lanzo mi proposición: quiero iniciar una relación seria hoy. Ni mañana ni la semana que viene. La idea es que el aniversario coincida con San Valentín, y así poder decir que nuestra relación es tan perfecta que coincide con el día de los enamorados (que además es cuando los restaurantes y establecimientos de ocio lo ponen más fácil para montar una celebración guapa). Sé que tenía que haber publicado esto antes para daros tiempo a pensarlo bien y tal, pero todavía estáis a tiempo. Obviamente no me vale cualquier chica, pero tampoco voy a poner una lista de requisitos. Como es lógico, esto no puede funcionar si vives en Papúa - Nueva Guinea, y tampoco si tienes el mostacho de Mario Bros o noventa años recién cumplidos. Usad el sentido común.

Si todo sale bien, pronto podrá ser un día espesial, como cantaban los grandérrimos Tony Lomba y Elio dos Santos.

3 comentarios:

AitorL dijo...

No olvides que, si tu aniversario coincide con San Valentín, te ahorras un regalo al año. ¡Hay que ser prácticos!

Opiniones incorrectas dijo...

Mañana nos cuentas cómo fue la búsqueda ;)

Luis dijo...

¡Muy cierto Aitor! Si además coincidiese también con el cumpleaños habría matrimonio fijo (la boda se celebraría el catorce también, claro).

Eva, al final nah. La gente todavía tiene dignidad.