16/10/12

La mayoría de la gente es guapa

En el ámbito amoroso, también los parámetros del intercambio sexual habían sido tributarios durante mucho tiempo de un sistema de descripción lírica, impresionista, poco fiable. Y otra vez llegó de Estados Unidos la primera tentativa seria de definición de tipos. Basada en criterios simples y objetivamente verificables (edad, altura, peso, medidas caderas-cintura-pecho en las mujeres; edad, altura, peso, medidas del sexo en erección en los hombres), al principio fue popularizada en la industria porno, que pronto pasó el testigo a las revistas femeninas. Si bien la jerarquía económica simplificada fue objeto durante mucho tiempo de oposiciones esporádicas (movimientos a favor de la «justicia social»), la jerarquía erótica, que parecía más natural, fue interiorizada rápidamente y consiguió desde el principio un amplio consenso.
Michel Houellebecq: El mundo como supermercado.

Alguien tiene que decirlo, y tiene que ser alguien que no le tenga miedo a la etiqueta de poco exigente, o sea, yo: la mayoría de la gente es guapa. Al menos la gente joven. Aunque depende mucho del momento y del lugar, creo que aproximadamente el 80 por ciento de la gente puede considerarse guapa, o al menos normal tirando a guapa. Y del 20 por ciento restante, muchos podrían mejorar bastante recurriendo a cosas tan sencillas como ducharse, afeitarse, vestirse bien y hacer un poco de ejercicio. En el caso de las mujeres, además de todo lo anterior, también estaría bien saber cuándo y cómo maquillarse, que es un horror ver a gente que parece una drag queen... un lunes a las nueve de la mañana.

Vamos, que siendo realista y asumiendo que todos tenemos puntos fuertes y puntos débiles, puede decirse que hay poca gente realmente fea. Se puede discrepar más o menos de los porcentajes que he dado arriba, por supuesto calculados a ojo, pero decir que hay feos everywhere es postureo, o peor aún, creer que el mundo que nos enseñan en la tele se corresponde con el mundo real.

Por desgracia, lo que sí hay en una cantidad importante son los gilipollas. Hay distintos tipos de gilipollas, desde el ciberacosador de Amanda Todd hasta el futuro votante de Mario Conde. Aunque supongo que, al igual que hay inteligencias múltiples, también hay gilipolleces múltiples. Pero eso ya es otro tema.

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