2/8/12

Kirby Mouse Attack, en mi nueva NDS


¿Os he contado ya que me he comprado una Nintendo DS? Me ha salido tiradísima de precio porque unos asiáticos sobreexplotados la habían fabricado allá por 2004 y desde entonces no se había vendido, así que al capitalista de turno no le quedó más remedio que vendérmela por la mitad de la mitad de la que la habría vendido hace unos años. Después me compré una tarjeta flash, con su micro-sd y su lector de tarjetas USB, y a vivir la vida pirata. Si en mis años mozos llego a tener las ventajas que hoy nos proporciona el avance tecnológico sumado a la ingenuidad de los diseñadores de videoconsolas, el proceso de socialización ligado al consumo del alcohol se hubiera retrasado tantos años como la madre de Homer Simpson retrasó la guerra bacteriológica.

Uno de los primeros juegos a los que he jugado ha sido el Kirby Mouse Attack. Había disfrutado muchísimo con el genial Kirby's Fun Pak en la SNES, y quería volver a probar una nueva aventura de esta entrañable bola rosa que lleva eso de "eres lo que comes" hasta los extremos más insospechados. El juego va de que Kirby está a punto de zamparse una riquísima tarta de nata y fresas cuando de repente (¡sorpresa!) unos ratones se la roban. Entonces nuestro protagonista tendrá que recorrer varios exóticos mundos con nombres tan inteligentes como Volcán Vocal, Mar Mareado o Universo Universal, con el fin de recuperar su tarta y liberar a Dreamland del mal. Bueno, básicamente se trata de recuperar la tarta.

El juego es como siempre fueron los Kirbys: un plataformas de avanzar comiéndose a bichos para adquirir sus poderes. Por el camino puedes ir recogiendo tesoros para que el juego no se te acabe demasiado deprisa; hay unos ciento veinte, de los cuales yo logré conseguir poco más de la mitad, sin buscar mucho. Sin embargo, se echan de menos muuuuchas cosas del KFP, como una mayor libertad y variedad de movimientos, algo más de enjundia en la trama (demasiado lineal) y, sobre todo, la posibilidad de tener un ayudante. Es verdad que tiene unos decorados maravillosos y algunas habilidades nuevas, como la del brujito, pero no compensa todo lo que se pierde respecto al videojuego de SNES. Es una lástima que a veces la creatividad no avance al mismo ritmo que la tecnología. Una verdadera lástima.

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