29/7/12

Los Juegos Olímpicos

Me he dado cuenta esta mañana viendo el voley-playa femenino: las tías buenas con cuerpos admirables están en Londres participando en los Juegos, y no en las pasarelas de moda. El capitalismo patriarcal (valga la redundancia), que es jodidamente poderoso, quiere que tengamos por modelos de belleza femenina a la mujer grotescamente delgada que camina con una mirada tan inexpresiva que da la impresión de que no tiene alma, como si fuese un robot, y por otra parte el modelo publicitario de mujer-objeto hipersexualizada que cada vez con más frecuencia entra en el terreno de lo ridículo.

Esto provoca que algunas personas, a veces incluso gente inteligente, caigan en la trampa de querer lograr un cuerpo así para tener mayor valor social, llegando hasta el extremo de morirse de hambre. Frente a esto, afortunadamente, ha aparecido la campaña de las mujeres reales, que busca concienciar a las mujeres de que hay formas de ser guapa alternativas al modelo burgués. Y vaya que si las hay. Pero, aunque vale más tener sobrepeso que obsesionarse con adelgazar, parece que la campaña propugna una especie de orgullo gordo, cuando no se debe perder de vista que los kilos de más están, como su propio nombre indica, de más, y que sentirse bien con el propio cuerpo no significa que tenga que descuidarse.

Por eso creo que hay que dejarse de chorradas de mujeres reales y fijarse más en las deportistas. A pesar de la crisis, se nos sigue vendiendo la idea de que se puede lograr cualquier cosa haciendo poco o nada, en este caso con dietas absurdas que básicamente te piden que dejes de comer, cuando la realidad es que no existe otra manera que el esfuerzo y la dedicación. Pero el resultado es mucho mejor que el que se consigue por la vía rápida. No hay más que ver el voley-playa un domingo por la mañana.

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