El dictador

 Atención: no voy a revelar ningún detalle concreto, pero si sois muy tiquismiquis con el rollo de los spoilers, leedme después de ver la peli. Si venís a consultar si merece la pena verla, ya os lo adelanto: sí. 

No sé mucho de Sacha Baron Cohen, salvo que es inglés y a veces protagoniza películas para que la gente se ría de los países tercermundistas. En este caso, la Paramount produjo El dictador para sacar petróleo de la Primavera Árabe y, de paso, contribuir a consolidar un estado de opinión favorable a la expansión del American way of life. En ese sentido, aunque en momentos puntuales se puede entrever cierta crítica a Occidente, incluyendo un espectacular discurso de Aladeen que remite claramente a El gran dictador, la peli no deja de tratar fundamentalmente sobre un moro malo que visita occidente y se vuelve bueno al conocer las maravillas de América.

De todos modos, que sea una película tan claramente propagandística no quiere decir que no se disfrute. El humor político siempre está bien, excepto cuando viene de Intereconomía y su pésimo programa de Los Clones. El problema es que en ese aspecto no ha tenido tanta chicha como a mí me gustaría y han metido mucho relleno en forma de bromas sexuales, que como recurso pueden ser aceptables, pero que ya están más vistas que el tebeo. ¿Será que un dictador no resultaba ser tan parodiable como se creía al principio? ¿O se habrán mordido la lengua?