El Celsius 232

Avilés es una ciudad muy rara. No me convence. No hay una frontera clara entre la zona industrial, residencial, turística y Niemeyer; está todo abigarrado como cuando mezclas plastilina de distintos colores y haces una bola. Y encontrar aparcamiento es morir. Me refiero a aparcamiento gratuito, claro, porque zonas azules hay a cascoporro; de hecho hay zonas de todas los colores, pero soy reticente a pagar por apacar en la vía pública. Lo considero una forma de fascismo. Así que me tocó dejar el coche, en un lugar muy precario, pero también muy a mano de la zona donde se está celebrando este pequeño festival de fantasía, ciencia ficción y terror, que es el primero y esperemos que no sea el último.

Todo el casco antiguo de Avilés está tomado por frikis, muchos de ellos con su disfraz friki. Hay tres grandes tipos de frikis según la clasificación que se me ha ocurrido esta tarde (y que prometí que iba a postear esta noche): los gordos, los heavys y, por supuesto, los clásicos nerds, entre los que me hallo orgullosamente. En las mujeres podría añadirse el caso de la goticona gorda, un grupo a caballo entre los gordos y los heavys que podría tener la suficiente entidad como para formar una categoría propia, aunque no es el objetivo de este post enfrascarse en otro eterno debate taxonómico. También había gente normal, como una chica que se parecía tanto a Rebecca Black que me quedé pinzao mirándola durante unos segundos. No sé si me tomaría por acosador o pensaría que he recibido un flechazo, pero se coscó de que algo pasaba fijo. 

Bueno, el caso es que yo fui básicamente para ver la conferencia de George R. R. Martin sobre la serie de Juego de Tronos y todo el merchandising que rodea a Canción de Hielo y Fuego. El auditorio estaba lleno, como cabía esperar. Martin es persona es un personaje graciosísimo, con sus pintas de viejo lobo de mar y su forma de acomodarse en la silla con la manos sobre la barriga, como el abuelo que va a echar la siesta. Nos contó un montón de cosas interesantes sobre la relación entre sus libros y la serie de televisión, nos habló de lo guay que va a ser la tercera temporada, explicó cómo funciona el tema del merchandising y, por supuesto, nos deleitó con anecdotas varias que sin duda nos harán triunfar ante los fans de la saga que no han asistido a la conferencia. Fue realmente muy provechoso.

Y, cómo no, también había un montón de puestos de libros y frikadas varias, incluyendo el ya clásico puesto de Gizzmo donde la gente como yo (y yo soy como yo) puede disfrutar tanto como una pija en una tienda de ropa, y que son ideales para matar el tiempo entre una actividad y otra. Espero que el año que viene lo vuelvan a organizar y pueda asistir a más cosas con más calma. Pero tendré que echarme una novia o un colega que me pueda proporcionar alojamiento gratis en Avilés, porque el desplazarse allí cuatro días seguidos tiene que ser muerte y destrucción.