24/6/12

Y siguen dando la barrila

Ayer apareció en el parabrisas de mi automóvil un folleto presuntamente subversivo que no leí en profundidad porque tardé un par de segundos de hacer de él una pelota y mandarlo a tomar por culo, pero básicamente decía que Mieres tenía demasiados concejales y que reduciendo su número a la mitad nos ahorraríamos trescientos mil euros y, de paso, dificultaríamos más aún que grupos minoritarios pudiesen tener voz y voto en las decisiones del ayuntamiento. Esto último ya no lo dicen ellos (supongo que algún grupo de 15Memos), pero lo digo yo. Es cierto que los políticos tienen chollos injustificables y que habría que tomar medidas como establecer un salario máximo, abolir los cargos a dedo y ampliar las incompatibilidades, pero esta peña está obsesionada con putear a los políticos, no para que el país vaya a mejor, sino por un sentimiento de venganza puro y duro. Lo más gracioso es esa especie de fe en que el ahorro en sueldos de políticos nos va a solucionar la vida y va a crear mágicamente puestos de trabajo, cuando la triste realidad es que ese dinero se entregaría a un banco y no lo volveríamos a ver en la vida. 

El discurso de que todos los políticos son iguales, además de ser falso e injusto para quienes no son iguales, tiene la peculiaridad de aparentar ser antisistema y ser todo lo contrario. Sirve para que la gente renuncie a pensar sin sentirse mal por ello, para que cuando lleguen las elecciones puedan jactarse de haber hecho una especie de abstención-protesta sin darse cuenta de que con la bromita lo único que consiguen es darle la mayoría absoluta al sector más reaccionario de la burguesía española.

Así que, señores de las asambleas callejeras, disfrutad de vuestro espíritu crítico de palo, que mientras lucháis para que le bajen el sueldo a Rajoy protestando con caceroladas y naricitas de payaso, tendremos a los Botines y demás gentes sin nombre subiéndose el sueldo a costa del empobrecimiento de las clases medias.

No hay comentarios: