Lo del Eurovegas no mola nada

Yo al principio pensaba que esto del Eurovegas se iba a quedar en nada, que nadie iba a estar dispuesto a darle a Sheldon Adelson todo lo que pide, que se reirían de él y le tomarían por loco. Pero no. No sólo no le dieron puerta, sino que además se están dedicando a lamerle el culo para que instale su proyecto aquí o allá. A cambio de tanto sacrificio, se nos promete el oro y el moro. El oro es todo ese dinero del que sólo veremos cuatro duros porque se va a plantar un paraíso fiscal dentro de nuestras fronteras, y el moro son esos puestos de trabajo que no sabemos para quién serán porque este buen hombre pide reformar las leyes de inmigración.

Al final la gente se dejará engañar y esto se convertirá en una secuela de Bienvenido Mr. Marshall, con la diferencia de que la peli de Berlanga al menos hacía gracia. Adaptar la legislación de un país para ajustarse a los deseos de un particular es cargarse la legitimidad del Estado, y además, si queremos que las leyes sean iguales para todos excepto para uno, ya tenemos suficiente con el rey. Comienza la lucha.