Ahora mismo está habiendo una manifa (mola más manifa que mani) en Oviedo en defensa de la educación pública. No es ninguna tontería porque a partir del próximo curso las aulas se irán pareciendo cada vez más a un barracón de Auschwitz en pleno 1944, con resultados bastante antieróticos de cara al futuro del país. Esto en la uni ya se está viendo con lo de Bolonia, cuyos defensores ahora deben de estar escondidos debajo de la cama, o peor, haciéndose pasar por activistas antibolonia de toda la vida. Ahora pretenden que la masificación sea sobremasificación y que encima haya que pagar muchas más tasas, lo cual es una putada para mucha gente que no se lo va a poder permitir.
Todo esto viene de la gran farsa que es la idea de que la crisis es por la deuda pública y por tanto la solución pasa por no deber dinero. El problema no es de deuda pública y además no hay precedente histórico de que un Estado haya superado una crisis reduciendo el gasto público. De hecho hay que tener una imaginación portentosa para ver una solución a corto-medio-largo plazo con políticas que empobrecen cada vez más a la gente.
La salida de la crisis que nos ofrecen es la de un montón de gente descualificada trabajando en condiciones infrahumanas para producir los bienes y servicios diseñados en países donde sí han invertido en educación. Algo así como mezclar a Dickens con Los juegos del hambre. Pero algunos pensamos que el hecho de tener curro y un PIB positivo no es ni salir de la crisis ni es ná. Por ello es necesario luchar, apoyar la causa y, a ser posible, que esa lucha vaya acompañada por lo que debería ser el himno nacional de todo el movimiento estudiantil:
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