4/1/12

Black Mirror



Aunque se suele considerar una miniserie, Black Mirror, emitido el pasado diciembre en el británico Channel 4, es más bien un conjunto de tres mediometrajes cerrados que sólo tienen en común la cuestión de las consecuencias que podría tener (o que ya está teniendo) para el ser humano el hiperdesarrollo tecnológico que estamos viviendo en las últimas décadas, sobre todo en los medios de comunicación. No es una serie cualquiera: hay que verla obligatoriamente, no sólo porque es buenísima y aporta más cuestiones interesantes que muchos libros sobre el tema, sino porque el boca a oreja está funcionando como un tsunami y pronto será trending topic en cualquier conversación de gente guay.

The National Anthem

La princesa Susannah es secuestrada y a cambio de su libertad se pone una condición realmente cachonda, lo que genera una auténtica revolución en las redes sociales que desborda todos los mecanismos de control y dirección de la opinión pública, condicionando las duras decisiones que tendrá que tomar el primer ministro.  

15 Million Merits
El segundo capítulo, de inspiración claramente orwelliana, nos muestra un mundo donde la industria del entretenimiento, el porno y los realities lo dominan todo, donde vives permanentemente delante de una pantalla y la única manera de no ver los anuncios es pagando. Un modesto trabajador, harto de tanta falsedad, decide rebelarse...

The Entire History of You

La tercera historia inventa un aparato que registra y almacena todas nuestras vivencias y nos permite re-visitarlas como si fuese un DVD, algo que viene bastante bien para, por ejemplo, recordar noches de borrachera o hacerse pajas. O incluso para investigar sobre algunos temas escabrosos que pueden acabar destruyendo tu vida. 

Y no profundizaré más en ello, por si acaso. Ya me agradeceréis esta recomendación como mejor corresponda.

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