Ligar

Esta noche he tenido una buena sesión de sexo con Ariane. Por la mañana me ha despedido con un french kiss y me ha pedido insistentemente que la volviera a llamar. Como la parte oral ha brillado por su ausencia y la muchacha no ha dado muestras de guardarse un as en la manga para futuras citas, no la voy a llamar.

Estoy hablando, por supuesto, del simulador que me he acabado ayer. Me ha costado más que otros simuladores porque no lograba entender el papel que puede cumplir un libro en todo esto, pero cuando comprendí que el libro equivalía a una frase inteligente, todo fue sobre ruedas. Ariane, aunque ya desde el principio se ve que también va a lo que va, juega con las reglas de andar por lo segao, es decir, que hay que seguir de abajo a arriba la jerarquía cinética, poco a poco y siempre de forma justificada, para que no se sienta incómoda. De todas formas es fácil darse cuenta de que hay algunas incoherencias en el comportamiento de la chica (como que te pida un beso cuando todavía no hay confi), probablemente debido a que el que diseñó este juego fue quien fue. 

Lo malo de estos simuladores es que todos empiezan en la parte fácil, que es cuando has logrado quedarte a solas y en un entorno íntimo con ella. Maloserá que la pifies en este punto. Un juego completo debería empezar con una buena frase para que no te rechace de entrada e incorporar todas las fases, incluso la de quitarte de encima a la clásica amiga gorda. Como lo que hacen en Keys to the VIP: