4/11/17

Otoño

Llueve, hace frío pero no tanto frío como para abrigarse, y se hace de noche pronto. Los árboles tienen ese colorido característico de estas fechas, bonito, pero no me apetece mirar. No me apetece hacer nada, de hecho. Me he levantado tarde y espero que nadie me pregunte qué he hecho a lo largo del día porque no sabría responder, o no querría por pura vergüenza.

Noviembre es un mes de transición. Demasiado tarde para disfrutar de la playa o de la mayoría de las actividades al aire libre, pero demasiado pronto para meterse de lleno en la época navideña que, por mucho que critiquen su consumismo y demás movidas, ayuda a que se nos hagan los días de largas noches más llevaderos.

No hay comentarios: