(A todo esto, las armaduras de los protagonistas ya han muerto y resucitado varias veces a lo largo de la saga, cada vez más nuevas y poderosas, y en su forma última ya alcanzan un barroquismo ultragay).
Total, después de la hostias protocolarias en las que Saturno parece invencible, se quedan todos parados en el tiempo excepto el caballero de Pegaso, lo que da lugar a un combate singular EN EL ESPACIO, concretamente en la órbita de Saturno. Como Koga lleva todas las de perder, los caballeros ¿supervivientes? envían su cosmos al Pegaso, momento que, por supuesto, no tiene absolutamente nada que ver con la Bola Genki con la que Goku eliminó a muchos enemigos. Y entonces es cuando Koga despierta el Omega, que no se sabe muy bien lo que es pero se entiende que es una forma cool de llamar al Poder del Amor, y empieza a canear a Saturno hasta que finalmente le sale su lado humano y decide largarse a su planeta, como Poochie. Los que estaban paralizados vuelven a la vida, el mundo recupera su normalidad y el caballero de Tauro pasa a ser el nuevo Patriarca del Santuario. Y vivieron felices y comieron perdices.
La conclusión es que es una serie que no hay por donde cogerla, pero piensas lo mismo de la original cuando la vuelves a ver con más de veinte años. Esto no va de la calidad, sino de nostalgia pura y dura, de ser fiel en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Por ello, seguiré viendo todos y cada uno de los bodrios que vengan de esta franquicia.
Por último, quisiera dar la enhorabuena y las gracias a la basca de Saintseiyaforos.net por todo el trabajo que han hecho a lo largo de estos años. Aunque su vida sexual debe de ser lo más lamentable del mundo.
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