New girl

Bueno, pues finalmente me han convencido para ver esta serie. Para quien no sepa de qué va, New girl es una comedia de situación centrada en torno a una chica que comparte piso con tres tíos. Como la inmensa mayoría de las sitcoms, esta serie tiene un argumento mínimo que sólo sirve para justificar una serie de situaciones cómicas relacionadas con la vida sentimental y sexual de los personajes. Todavía no he visto nada en New girl que aporte alguna novedad al género, pero, dada esta obsesión enfermiza que existe en las sociedades euroamericanas por el tema de la sexualidad (más que por el aspecto físico, que ya es decir), este tipo de productos triunfan aunque sin necesidad alguna de innovación. Como una Stacey Malibu con un sombrero nuevo. Y yo estoy al frente de la marabunta de histéricos compradores.

El presunto punto fuerte de la serie es Jess (Zooey Deschanel), la chica nueva, una tía moderadamente excéntrica que pone patas arriba la vida de sus compañeros de piso y que pierde su carisma en un momento entre el tercer y el sexto capítulo. Si empiezas a preguntar entre el público de New girl, más del 90% de las mujeres te dirán que se sienten muy identificadas con Jess porque se parecen en muchas cosas, cuando lo más probable es que no se parezcan en nada pero tengan tantas ganas de parecerse que acaban sacando de donde no hay. Chicas: aunque en la ficción televisiva parezca que mola, Jess es un personaje cansino y sus tonterías a la larga acaban aburriendo. También Sheldon Cooper es un personaje que en la tele mola, pero nadie le querría cerca en la vida real. Como Barney Stinson, un tío que trata a la gente como si fuese mierda. Lo único envidiable de Jess son esos ojazos azules. Unos buenos ojos tienen un efecto más poderoso que unas buenas tetas, con la ventaja añadida de que nadie te va a considerar una buscona por andar luciéndolos. 

El personaje que más mola es la mina que hace Cece Meyers (Hannah Simone), la amiga buenorra de Jess. Nunca me gustaron esos personajes cuya función sencillamente consiste en hacer de Tía Buena (o Guaperas en el caso de los personajes masculinos), porque no suelen ser más que aburridos estereotipos, pero Cece, sin salir de su rol de amiga buenorra, le aporta personalidad y una nota de color a la serie. Sólo por ella, voy a ponerme a ver la segunda temporada.