19/5/12

Satán es mi señor... ¡y vive en Mieres!

Bueno, veréis. Resulta que en Mieres-capital hubo durante muchos años una gran extensión de terreno sin edificar que separaba a los barrios periféricos de lo que era el centro, por lo que todavía es normal encontrarse a viejos que cuando bajan al centro dicen que van a Mieres. Los del Polígono teníamos que bordear La Pumará, y los de Santa Marina tenían que atravesar el Gran Desierto-Aparcamiento de La Mayacina, exponéndose a tragar polvo en los días de viento. Todo eso empezó a cambiar a principios del siglo XXI, cuando empezó a hacerse realidad un ensanche que, segun dicen, llevaba proyectado desde los años ochenta. Ya hablé de uno de los primeros bloques de viviendas con el que algún arquitecto desalmado nos ha castigado, pero como este tipo de posts sin fotos no valen nada, voy a profundizar un poco sobre ello, aprovechando la ola de indignación arquitectónica que ha inspirado la serie Satán es mi Señor de Paco Fox, que ya incluso tiene su propio grupo de Facebook.

El garito antes aludido sería el siguiente:
A primera vista parece bastante inofensivo, pero por la noche da un poco de miedo pasear por allí. Visto desde cierta altura y cierta distancia parece la fortaleza del malo de cualquier serie cutre infantil. De hecho, recomiendo encarecidametne a quienes busquen localizaciones para una peli de zombies de serie Z se venga a Mieres, porque las instalaciones son de lujo. No os perdáis el detalle de las ventanas:
Efectivamente, ahí al fondo hay unas persianas negras que debe de ser donde empieza la vivienda, pero antes hay una especie de tierra de nadie separada de la calle por un cristal que no sé si es para que no entre ladrones, o para que no se escape el gato, o yo qué sé. No entiendo la función. Si es simplemente por estética, lo siento, pero es un FAIL como la copa de un pino.

Este es parecido al anterior, pero tiene una planta que no se parece a ninguna forma geométrica conocida, tiene un patio exterior muy gris y tiene esas ventanas con borde naranja. Naranja del Infierno. Creo que el naranja es el único color del mundo que queda mal con el negro, y lo sé porque tengo unos gallumbos naranjinegros que sólo pongo porque son muy cómodos y porque sé que nadie me va a ver con ellos. Así que nada, un diez para el que tuvo esa precisión a la hora de buscar colores. 

De este no sé muy bien qué decir. Parece sacado de un videojuego o algo. Creo que han sustituido las habituales ventanas que tienen los edificios normales por unas mamparas que cubren un balcón de tamaño ridículo.
Este es más o menos como el anterior (de hecho está al lado) y me gusta el toque futurista que le da el gris metalizado. Pero no futurista de un futuro guay y como el de El quinto elemento, sino de un futuro distópico y siniestro como el de La naranja mecánica. Revela una sociedad desquiciada, amante del ver sin ser visto y obsesionada con la seguridad. Parece un búnker, una declaración de no querer saber nada del mundo exterior mientras tenga mis cosas. Es triste, pero es la arquitectura más sincera que he visto en mucho tiempo. 

Y para terminar, un par de bonus tracks:
Un bloque de viviendas al que se accede mediante pasarela. El que lo hizo debió de pensar que estaba haciendo algo molón, pero, lo siento: no. Si la entrada hubiera estado más alta, de modo que se pudiera aprovechar la parte de abajo para otros usos, podría haber sido una buena idea. Pero lo único que se ha conseguido con esta absurda idea sita en la calle que lleva el nombre del gran Salvador Allende es un refugio para gatos... algo es algo. Por cierto: en la foto no se aprecia mucho, pero al fondo está el puticlub El Dólar. Ahora lo han arreglado, pero durante mucho tiempo estuvo funcionando con el techo medio derruido. Ole los huevos de los clientes.
Esto es uno de los mayores despropósitos vistos en la historia de Mieres. La ampliación del colegio Lastra resultó ser tal chapuza que a la constructora no le quedó más remedio que cubrirla con una lona para disimular. Con ventanitas dibujadas, ojo: lo hacen mal y encima te vacilan. Y debajo han pintado personas para terminar el cuadro de esta tomadura de pelo demoníaca. Construcciones OTEYP S.A.: recordadlo bien para no contratarlos nunca. 

Eso es todo... por el momento. Si tenéis un blog o similar, os animo a contribuir y a hacer del Satán es mi Señor un auténtico movimiento a nivel internacional.

2 comentarios:

Opiniones incorrectas dijo...

Qué miedo de edificio, parece que se quemó y lo dejaron ahí.

Sarina dijo...

jajaja, lo que me acabo de reir! q razón tienes