24/7/11

La sustancia maldita (Larry Cohen, 1985)


Esta película es muy especial para mí porque marcó mi infancia. Estaba acostumbrado a otro tipo de cine y, como consecuencia, algunos momentos de La sustancia maldita me impresionaron tanto que quedaron grabados a fuego en mi memoria. Desgraciadamente, el título no había quedado grabado, ni a fuego ni a nada, por lo que me costó muchas horas de Google encontrar las palabras clave que me ayudarían a dar con este genial ejemplo de lo que era el cine de terror ochentero. Todavía necesito recuperar una sobre un brujo que necesitaba alimentarse de grasa de niño para sobrevivir, y otra en la que un monstruo muy feo sale de un cementerio para intentar comerse a todo el mundo. Si alguien tiene alguna pista, agradecería que me ayudase a rememorar viejos traumas.

La sustancia maldita es una durísima y poco sutil crítica a determinadas multinacionales de la "alimentación". Comienza con el hallazgo en una explotación minera de una misteriosa cosa, similar a yogur, que emana de la tierra y que por alguna extraña razón es comestible y tremendamente adictiva. Un minero que pasaba por allí se da cuenta de que podría hacerse rico vendiendo aquello, y efectivamente la marca Stuff no tarda mucho en estar presente en todos los supermercados del país. El problema: la sustancia es una especie de ente vivo que domina la voluntad de sus consumidores mientras devora sus entrañas, lo que da lugar a la siguiente pregunta: ¿comes Stuff, o Stuff te come a ti?

Estamos hablando de una película más bien tirando a mala, con un guión de Larry Cohen que cojea bastante, pero cortita y con buen ritmo, con un argumento interesante que admite (e incluso exige) múltiples lecturas. Merece la pena más por el fondo que por la forma, no como esos engendros de usar y tirar que crean las grandes productoras con un épico despliegue de medios, pero sin chicha alguna.

No hay comentarios: