14/1/13

El Mortal Kombat

Había empezado a jugar al Ultimate Mortal Kombat para la NDS, pero no tardé mucho en dejarlo porque básicamente viene a ser lo mismo que el Ultimate Mortal Kombat 3 de la SNES, con la diferencia de que la DS dedica una de sus dos pantallas a mostrarte los códigos de las magias, cosa que se agradece, aunque de todas formas no atiendo mucho para ello porque yo siempre juego con Sub-Zero y ya me sé sus magias de memoria. Abajo + adelante + puñetazo bajo = chorrazo de hielo. Etcétera.

Decía que no tardé mucho en dejarlo porque ya me había pasado muchos años jugando al juego de la SNES, acabándomelo una y otra vez, así que a estas alturas ya no hay ningún secreto para mí. Y si lo hay. tampoco es que me interese mucho. Además, la única gran novedad de la versión para DS es incluye un minijuego llamado Puzzle Kombat, un Tetris con un sistema de juego parecido al del Hebereke's Popoon con motivos de MK, y a eso sí que estoy viciado. Se juega en la pantalla inferior, mientras arriba aparecen dos muñequitos muy monos zurrándose, como insinuando que el puzzle es una pelea simbólica y cada tanto que te apuntas equivale a un puñetazo. Cómo no podía ser de otra forma, cuando el combate termina, el perdedor se lleva el tan temido fatality, ese sangriento espectáculo final que a tantas madres horrorizaba. Ese es el espíritu del juego: sangre y gore hasta su parte más inocente. 


A mí ese rollo ya me da un poco de pereza. Normalmente no soy partidario de lo de moderarse con la salsa de tomate, pero lo de esta saga es cruzar la línea de lo rídiculo, y ya no me refiero a lo de hacer reventar una persona y que salgan tres cráneos y ocho piernas, sino a todo lo gratuito en general. Percepciones propias del que se hace mayor, supongo. Que los desarrolladores de videojuegos que me leen lo tengan muy en cuenta porque, por lo que he visto en 4chan, no me sucede sólo a mí.


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