19/2/12

De manifas y tal

Hoy no estoy en la manifa porque mi nivel de compromiso con la causa no es tan grande como para llevarme a Gijón un domingo por la mañana. Si hubiese sido en Oviedo hubiera ido porque soy consciente de que la reforma laboral no va a servir para salir de la crisis, y aunque sirviese, al salir del túnel nos encontraríamos con que estamos en pleno siglo XIX, o en una versión con ordenadores de aquel siglo, a la que llamaremos X1X en homenaje a Murakami. Es absurdo hacer que la gente trabaje más y cobre menos y luego pretender que un sistema basado en consumir a tope bienes y servicios funcione con gente que no tiene tiempo ni dinero ni estabilidad para comprarse nada. Esto sólo puede ir a peor y la consecuencia será que la gente empiece a gritar eso de estas son nuestras armas, pero en lugar de las manos vacías va a ser con cócteles molotov, como en Grecia. Y los que se las dan de civilizados llorarán y dirán que no es manera de protestar.

Que esa es otra. El otro día los chavales de un instituto protestaban porque por culpa del gobierno de su comunidad, corrupto hasta el tuétano, no había dinero ni para pagar la calefacción del centro, y como consecuencia la poli empiezó a abrir cráneos, por orden, como siempre, del propio gobierno corrupto.  Acto seguido empieza a aparecer la gente de orden diciendo que son palos bien dados, que la madera se limita a cumplir con su deber y que esas no son formas de protestar (¡hacen mucho ruido!), que hay unas vías determinadas para ello y bla bla bla. Bostezo. Detrás de estas opiniones sólo hay personas que están de parte de la banca pero se niegan a reconocerlo. Lo que no es forma de protestar es seguir a rajatabla los cauces legales, porque es tan inútil que roza lo contradictorio. Sólo sirve para que se rían en tu cara y te feliciten por haber expresado tu opinión  libremente, síntoma de que la democracia funciona. Nadie ha conquistado nunca un derecho a base de irse a casa cuando el agente de la autoridad así lo indica, y lo demás son historias de fantasía que se cuentan para lavarle el cerebro al personal. Y con mucha gente lo consiguen. Vaya que si lo consiguen. Con este panorama, me parece que el futuro será una sutil mezcla entre La naranja mecánica y The Wall

1 comentario:

Opiniones incorrectas dijo...

Yo no estoy en la manifa porque no me puedo tener ni en pie y además, igual que tú, me debería desplazar a otra ciudad y va a ser que hoy no.