Avances en propaganda subversiva

Hoy en la facultad nos econtramos un montón de ejemplares gratuitos, con su soporte corporativo y todo, del periódico deportivo Marcas y de la revista ¡Hala! El formato lo clavan con tanto arte que visto de lejos da totalmente el pego. El contenido es más o menos lo que dirían los medios originales si su función fuese más allá de distraer al personal. Así, sin abandonar el estilo típico de la prensa de cotilleos, el ¡Hale! nos muestra la otra cara del glamour de Adriana Abascal, producto de abrirse de piernas ante multimillonarios. El Marcas no sólo habla de cosas que jamás mencionaría el diario original, como la implicación del BBVA en el tráfico de armamento, sino que también nos cuenta la existencia de gente como Javi Poves o equipos como el St. Pauli o el Ceares, que al parecer este año se ha sanpaulizado. 

Todo esto viene sin firmar, aunque es fácil suponer los artistas deben de ser los del 15-M, que tienen su cuartel general al lado del campus. Me sorprende el salto cualitativo que se ha dado tan de repente, teniendo en cuenta que hasta hace un par de años sólo había cuatro comunistas pegando carteles o distribuyendo volantes. Ahora hay más gente y con más cosas que aportar. Esto pasa porque se está dejando sin curro a gente que tenía que estar diseñando naves espaciales. Y porque ya ni el fútbol ni el cotilleo pueden tapar que los pequeños comercios están echando el cierre (más rápido, cada vez más rápido) y ocupan su lugar casas de empeño que compran tu oro a precios máximos garantizados, no importa el estado.