29/12/11

El cambiazo


Esta película trata sobre la construcción del género masculino con un fuerte componente de alteridad. Frente al todos los hombres sois iguales típico de las mujeres con el corazón roto, se reduce un poquito el nivel de simplismo al considerar que hay dos modelos de hombres contrapuestos: el bueno y el malo, el ordenado y el desordenado, el virtuoso y el vicioso, el tonto-listo y el tonto-tonto. Ned Flanders y Homer Simpson, Ted Mosby y Barney Stinson, Walter Matthau y Jack Lemmon, Dix y Bully, Rocksteady y Bebop, Bulk y Skull, Felipe II y Francisco I, Dios y Lucifer, Ortega y Gasset.

Los ejemplos son muchos y muy distintos entre sí, pero todos tienen en común esa otredad. En este caso los protagonistas son Jason Bateman, un pobre hombre con cierto toque ñoño que tiene que compaginar su amor por la familia con su amor por el trabajo, y en contraposición está Ryan Reynolds, el típico macarrill vago porrero, mujeriego, etcétera. Y como se trata de dos extremos pues no podemos esperar otra cosa que el trilladísimo discurso epicúreo de que el problema es que uno no vive la vida y el otro la vive demasiado bien, entonces hay que buscar un término medio que patatín y patatán.

Por lo demás, película insulsa y carente de interés. Argumento copiado de Este cuerpo no es el mío, personajes planos, todo muy predecible y un Ryan Reynolds que no tiene nada que ver con el de Buried. No sé ni por qué me he parado a verla. Supongo que por la cosa de tener gratis lo que están poniendo en el cine. Tengo mentalidad de pobre.

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