31/12/11

Cosas que pasarán en 2012

Porque ya basta de resúmenes de 2011. Nos hemos tirado un año entero viviendo en 2011 y ya sabemos de sobra lo que ha pasado. La gente demanda una introducción al nuevo año para que las cosas no les pillen por sorpresa, y ahí es cuando aparecemos las vanguardias intelectuales para poner luz donde antes había oscuridad. Antes de empezar el nuevo año, debéis tener en cuenta lo siguiente:



Elecciones, elecciones everywhere.  Las más importante son las de Estados Unidos y todavía no sabemos a quién piensan presentar los del elefante. Lo que sí sabemos es que no veremos como candidata a Sarah Palin, cosa que me entristece bastante porque es una de mis MILFs favoritas. Y ahí está Obama, que vino prometiendo el oro y el moro, y bueno, démonos por contentos si no ha profundizado en las meteduras de pata de su predecesor. Nos legará un carisma y una capacidad de seducir a las masas como no se veía desde los tiempos de Hitler, un modelo del que deberían tomar buena nota nuestros políticos del gobierno saliente, tan histriónicos, con su lenguaje no verbal de manual anticuado y sus pausas forzadas. También habrá, por cierto, presidenciales en Venezuela, que seguramente vuelva a ganar el comandante Chávez, garantizando así una vida digna para el pueblo, titulares sensacionalistas para la prensa cutre, y muchas horas de diversión en el Youtube para los que tenemos internet.  Y por supuesto, no olvidemos las elecciones de Andalucía, en las que se terminará de teñir de azul el mapa político español gracias a la alianza de la crisis con la candidez de la gente y el espectáculo ridículo que está dando un PSOE incapaz de entender la democracia más allá de una confrontación entre dos personalidades.


Antena 3 saca otra serie histórica de pacotilla. Toledo. Y como cabía esperar, la presentan como  una serie épica de moros y cristianos, con cargas de caballería y todo. Y así será el primer capítulo, o como mucho los dos primeros. Luego pasará a ser lo que tanto les gusta poner a los de Antena 3 en su prime time: un culebrón barato con un reparto de guaperas que aprovechan cualquier excusa para quedarse desnudos. A Hispania le di una oportunidad porque salía Lluís Homar. A Toledo no se la voy a dar, por mucho que Maxi Iglesias me caiga genial. No me va a enseñar nada que no pueda ver en la salida de emergencia de un cine porno.

El centenario del hundimiento del Titanic.  Oh, el Titanic, el buque insignia de la gente moñas. Todavía recuerdo el empacho que sufrimos en aquel fatídico 1997 por culpa de la peli de James Cameron, que además de ser una copia de una producción de TV que había salido el año anterior, nos hizo odiar a Leonardo DiCaprio y a Celine Dion. Los prejuicios sobre DiCaprio no superé hasta que vi Shutter Island el año pasado, y por lo que respecta a Dion, sigue dándome repelús. En 2012 no sólo tendremos que soportar estoicamente un bombardeo de barcos y catástrofes marítimas (ojo, que también es el aniversario de lo del Prestige), sino que además tocará aguantar a toda esa gente que se dedica a exhibir públicamente su romanticismo para ver si alguien muerde el anzuelo: ¿en serio se puede ligar así?

El bicentenario de la constitución de Cádiz. Los que vivimos en Asturias nos hemos pasado este 2011 sufriendo el desmedido culto a la personalidad de Jovellanos, como si no tuvieramos ya suficiente con vivir en calles Jovellanos, estudiar en colegios Jovellanos, jugar en parques Jovellanos, ir a teatros Jovellanos y hacer chanchullos con el gobierno de turno a través de empresas Jovellanos. Ahora que acabamos con Jovellanos empezamos con Cadíz, esta vez a nivel estatal: congresos, suplementos en periódicos, reportajes, documentales, alguna serie basura de Antena 3, quizá un par de películas, libros de gente que no tiene ni puta idea, artículos de Pérez-Reverte y un largo etcétera. Y como últimanente el PSOE y el PP han tratado a la constitución actual como si fuese su puta, miedo me da lo que puedan organizar para este bicentenario. La peor parte se la llevarán los pobres ciudadanos de Cádiz, que estarán en el epicentro de todo esto y se merecen toda nuestra solidaridad. Como canta la FRAC, hay muchos gaditanos esperando con impaciencia y ansiedad que llegue 2013.


Volveremos a ser un país emisor de emigrantes.  Dice la BBC que dice el INE que vendrán aquí cuatrocientas cincuenta mil personas y se irán casi seiscientas mil. Imagino que la mayoría son inmigrantes que se van a otro país porque este es una birria, pero también mucha gente con una altísima cualificación que no sólo no encuentra trabajo aquí, sino que encima les vacilan. Esto es una oportunidad de oro para los que sufrimos la contradicción de tener ganas de conocer mundo (no confundir con hacer turismo) mientras somos unos talibanes de la rutina, así que habrá que aprovechar. Pero que conste que si me tengo que ir me pienso considerar un exiliado. y voy a recorrer el mundo echando pestes de mi país, como los cubanos de Miami.

Eurocopa y Juegos Olímpicos. Qué demonios: Eurocopa y punto. Los Juegos Olímpicos se reducen a la gimnasia rítmica que ponen en La 2 en las horas muertas y los resúmenes del Telediario. Respecto a la Euro, desde que vi a España ganar el Mundial ya afronto las actuaciones de la selección con más tranquilidad. Por mí, como si no vuelven a ganar ni un partido más. Creo que este año le toca ganar a Inglaterra, que por primera vez en mucho tiempo se presenta a una cita importante con un portero que no es un manta.

La película de El Hobbit. No sé por qué, pero hasta ahora siempre que me habían hablado de la peli de El Hobbit me imaginaba, por algún tipo de prejuicio, que iba a ser de menor calidad que las de El Señor de los Anillos. Pero no. El tráiler tiene pintaza y me voy a pasar el 2012 prácticamente entero mordiéndome las uñas, porque desgraciadamente se estrenará a finales de año.



Fin del mundo. Y después de ver El Hobbit, ¿qué? Pues nada, nos vamos todos a tomar un poco por saco. Lo que me parece del todo ingenuo es pensar que, como en una película bastante patética que salió hace un par de años, el fin del mundo va a ser debido a un cataclismo natural. El fin del mundo nos lo vamos a guisar y nos lo vamos a comer nosotros mismos, como en una película bastante genial. ¿Cómo será? ¿Quién pulsará el botón? ¿Moriremos todos a la vez o iremos cayendo poco a poco?  Tendremos que esperar hasta diciembre para comprobarlo. Y si finalmente todo eso del fin del mundo es un cuento, tendremos que enfrentarnos a algo que da más miedo aún: el futuro. Hay que decidir de una vez por todas si queremos un futuro guay con coches voladores, como en El quinto elemento, o un futuro orco a lo Mad Max.

Con fin del mundo o sin él, feliz 2012 a todos, excepto a los de siempre.

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