Bloodgood

Aquí os traigo a este grupo de heavy metal cristiano de Seattle que descubrí el otro día en Virucom. Son, tal y como dicen en su maqueta, los misioneros del metal, y se dedican, desde los años ochenta, a evangelizar a esos heavys descarriados que están perdidos en un mundo infeliz lleno de alcohol, drogas y sexo con preservativo. De hecho, antes de cada concierto le rezan un poco al Altísimo para que les conceda fuerzas en la dura tarea de asegurar la pureza espiritual de la juventud. El resultado de su labor lo podemos ver fácilmente si comparamos el número de seguidores de Bloodgood con los de, por ejemplo, Judas Priest.

Pero, aunque no hayan logrado traer a mucha gente al redil, hay que reconocer que no son malos. Les he dedicado esta última semana y creo que su trayectoria es bastante digna, aunque los discos que realmente merecen la pena son los dos primeros: Bloodgood y Detonation.  Lo más interesante del grupo, sin duda, es su puesta en escena, capaz de elevar nuestros espíritus a una extasiante comunión con Dios. Ya le molaría a Roger Waters montarse algo así, desde luego.