14/10/11

Rubalcaba en Mieres

Ayer. Esta clase de gente me recuerda un poco al cometa Halley: se pasan por aquí rápidamente, seguidos por una larga estela de lameculos y arribistas, levantan cierta expectación y no vuelven en muchos años. Rubalhalley se pasó por Rioglass y por el campus para elogiar el modelo productivo que no tenemos con las típicas declaraciones de manual que en la tele quedan bien, pero que provocan risas (por no llorar) en quienes llevamos aquí toda la vida y sabemos lo que hay.

De la presencia de este mono me enteré cuando ya estaba a punto de marcharse. Por eso ayer, cuando fui a la biblioteca a primera hora, me sorprendió ver el edificio con las banderas izadas y engalanado, como si fuese a venir alguien importante. Porque al fin y al cabo este señor, ahora mismo, no es nadie. Viene en calidad de candidato, así que no acabo de comprender por qué las instituciones (especialmente la uni, una víctima de los recortes de su gobierno) tienen que abrirle las puertas. 

Una de las principales barreras que separan a los políticos de la realidad es todo ese lameculismo y la creencia de que si les tratamos de buen rollo cuando vienen, luego se acordarán de devolvernos el favor. No es así. Eso sólo sirve para que vean la versión happy de la vida y nos la transmitan en su propaganda, dando lugar a un círculo vicioso de engaños que es más ridículo que otra cosa.

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