Los siete mil millones

Se podrían hacer miles de comentarios entorno a lo de que ya somos siete mil millones de seres humanos viviendo (unos holgadamente, otros hacinados) en este mundo. Y sería difícil decir algo bueno que fuese más allá del simple asombro por la astronómica cifra y su extraordinaria progresión. 

Hoy los medios de comunicación han intentado ridículamente personificar esa cifra en alguien en concreto, con nombre y apellido. Por mi parte, voy a aprovechar la noticia para difundir un corto de Artavazd Peleshian, un director armenio que merece mucho la pena. Disfrutadlo antes de que lo descubran los gafapastas (sorprendentemente sigue pasando desapercibido para la mayoría) y se pongan a pontificar sobre la belleza poética de los planos.