12/8/11

Piolín

Un personaje muy recurrente en la cultura infantil, de los pocos que tiene éxito por su verosimilitud, es ese cascarrabias que está cabreado con el mundo y, para redimirse, intenta impedir que los niños sean felices. El Robbie Rotten de Lazy Town, por ejemplo, o el Grinch, aunque le salga el tiro por la culata. Donde yo vivo hay una señora que, efectivamente, lleva atormentando a varias generaciones de niños (la mía incluida) hasta la actualidad: no gritéis porque molestáis, no piséis el verde y, en verano, dejad de tirar agua porque mojáis el suelo (¡!). Estoy seguro de que es la autora ideológica de los carteles que prohiben jugar a la pelota que han aparecido últimamente y que algún día pienso boicotear. 

Lo único que podíamos hacer al respecto era ponerle un mote para reírnos de ella a sus espaldas, incorporándola a nuestro folclore como si fuese la Bruja Piruja, el hombre del saco o incluso el malo de La noche de los castillos. Lo normal sería que la llamásemos La Bruja del Tercero o simplemente Bruja, pero como se había operado de la garganta y le había quedado una voz muy característica, la llamábamos Tweety o Piolín, según nos saliera del alma. Quizá sea cruel, pero os garantizo que se lo ha ganado a pulso. 

Ahora Tweety se de dedica a cuidar de unas plantas que crecen bajo un árbol. No son suyas, pero se hace cargo de ellas porque no tiene nada mejor que hacer.  Ayer mismo pasó una pareja con su perro cerca de ese árbol, y el perro tuvo la mala idea de acercarse para hacer allí sus necesidades. Fue levantar la patita y sonar automáticamente la voz de Tweety reclamando, como siempre con pésimos modales, que el perro mease en otra parte. La chica respondió con un magnífico discurso a grito pelao que finalizó con un elegante "joder con la señora de los cojones", y no obtuvo respuesta. Justicia poética. 

Por otra parte, no he olvidado a la gente (poca, afortunadamente) que me ha amargado o intentado amargar la vida. No es que me dedique a tramar venganzas refinadas a lo Conde de Montecristo; simplemente es algo que tengo en cuenta para cuando, por ejemplo, me apetezca practicar jardinería y podar algunas plantas.

2 comentarios:

Opiniones incorrectas dijo...

Me encantó esta entrada. ¡Foto de Tweety ya!

Luis dijo...

Frrr quita quita, a ver si se me va a romper la cámara.