La boda de mi mejor amiga

Dice la cultura popular que, cuando eres una mujer sin novio y ves que la gente cercana a ti se está casando y formando familias, empiezas a preocuparte. Has cumplido la treintena hace poco, estás sola en una boda y siempre hay algún viejo que te pregunta cuándo llegará tu turno. Y tú te repites esa pregunta en silencio, sin saber contestar, mientras miras al vacío durante cinco minutos. Eso es lo que dice la cultura popular; yo no lo sé. Lo que sí sé es que hay un momento crítico a partir del cual llamar solterona a una mujer deja de ser una broma inocente para convertirse en un insulto, y de los graves.

De esta idea parte La novia de mi mejor amiga,  una comedia para féminas que destaca por la genial actuación de Kristen Wiig y Maya Rudolph, por un guión inteligente y ameno escrito en parte por la propia Wiig, y por la presencia de algún que otro gag de sacado de Los Simpsons (¿George Vaso? ¡Venga ya!). No me esperaba nada de una película que es de la misma productora que perpetró Supersalidos, pero me he llevado una agradable sorpresa.

Se la recomiendo especialmente a grupos de mujeres en la flor de la vida  y a novios que quieren impresionar gratamente a su chica. Y a todos los solterones y solteronas del mundo, claro.