Zoey 101

Hoy quisiera hablar de esta gran serie porque es lo único que merece la pena ver por las mañanas, a pesar de que hay más canales de televisión que nunca.  Trata sobre la emocionante vida de Zoey y sus colegas en PCA (Pacific Coast Academy, no confundir con Partido Comunista de Asturias), un internado pijo que fue durante muchos años exclusivamente masculino, pero que posteriormente se abrió al estudiantado femenino. Ahí es cuando entra gente de la calaña de Zoey Brooks, Quinn Pensky y Lola Martínez con ánimo de liarla parda. 

PCA es uno de esos microcosmos donde todo es perfecto. Siempre hace sol, apenas hay que estudiar, el dinero es infinito y no existen padres que impongan límites, como tampoco existen drogas que te puedan meter en problemas. Todos son guapos, incluso los feos son guapos (lo que se dice un feo de tele, no un feo-feo). Es materialmente imposible pasarlo mal.  Todo esto deja el terreno abonado para que los alumnos puedan centrarse en lo que realmente importa: la guerra de sexos, la dialéctica entre hombres y mujeres, que es el motor de la serie. 

Lo más curioso es que a lo largo de las cuatro temporadas se nota de forma clarísima una evolución desde la guerra de sexos antes citada a la búsqueda del amor, lo que se ve perfectamente si analizamos la evolución de las relaciones entre Zoey y Chase, o de otras parejas periféricas. Es como si guión de la serie hubiera sido escrito por adolescentes, con sus contradicciones y sus vertiginosos cambios. 

Por si os interesa, que seguro que sí, la emiten en Neox por las mañanas despuen de Shin Chan, y en internet cuando vosotros queráis. Es imprescindible verla para poder opinar en la clásica conversación de borrachos: ¿a quién te tirarías antes, a Jamie Lynn Spears o a su hermana Britney?