16/7/11

Lo que hace un lavado de cara

Ya lo habréis notado. He cambiado la plantilla del blog sin renunciar a mi amado azul oscuro. He cambiado la fuente de la cabecera para darle un toque más alegre, con intención de poner una imagen molona en un futuro próximo, aunque cuando llegue ese futuro próximo seguramente deje el asunto para un futuro lejano, y posteriormente para el infinito.

He tuneado (o retuneado) la barra lateral a tope, cambiando el perfil por una insignia de Facebook que más o menos cumple la misma función pero mola más. También he cambiado la pasada de moda imagen del 15-M por una mejor aún del 15-O y he puesto un botón de donaciones por si algún millonario decide sacarme de pobre en agradecimiento por alguna de mis entradas, que nunca se sabe. He puesto el famoso blogroll, que antes no me convencía mucho y ahora por alguna razón me encanta. He recuperado las etiquetas y he puesto enlaces para compartir everywhere para llegar más fácilmente a ese millonario que antes mencionaba. Ah, ¿qué me decís del favicon (así llaman ahora al icono de favoritos) republicano? La idea inicial era poner una cara de Yao Ming, pero en un espacio tan minúsculo sólo caben esquemas de lo más sencillos. 

Está mal que yo lo diga, pero me ha quedado genial. Y todavía tengo por delante varias ideas descabelladas y todo un mundo de posibilidades para explotar.

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